A la par de la caída de los salarios reales de los trabajadores, la mayor precariedad laboral y la disparada de los gastos fijos, el consumo masivo sigue en caída libre y en los supermercados muestra la cara más preocupante del ajuste libertario.
La desaceleración de la inflación no alcanzó para revertir la caída del consumo masivo en noviembre se registró un nuevo retroceso en el consumo masivo de 1,8% respecto a octubre pasado y 0,1% en la comparación interanual. Según datos de varios informes recientes, las ventas en volumen continúan a la baja y consolidan un 2025 marcado por la contracción del gasto cotidiano de los hogares, aún en un contexto de mayor estabilidad inflacionaria.
En noviembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se ubicó en 2,5%, con un acumulado anual de 27,9%, muy por debajo de los niveles de años previos. Sin embargo, esa desaceleración no se tradujo en una mejora del consumo: los hogares siguen comprando menos unidades, con tickets más bajos y una fuerte racionalización del gasto.
Pese a que la caída interanual fue de 0,1% (noviembre 2024-noviembre 2025) la desaceleración de la inflación no alcanzó para revertir la caída del consumo masivo. De acuerdo con el último informe de Scentia, las ventas en volumen continúan en retroceso durante el anteúltimo mes del año.
Como resultado, se consolida un cambio de comportamiento: compras más frecuentes pero de menor monto, menor stockeo y una clara migración hacia marcas económicas, promociones y presentaciones pequeñas. El fenómeno de downtrading atraviesa a casi todas las categorías.