Empezó sincerándose: "Soy obsesiva con la higiene, y también al hecho de cuando salgo de casa para ir al super o a la farmacia, presto muchísima atención a todo lo que uno toca con la mano: el papelito, el picaporte, la bolsita, cualquier cosa".

Lorena cuenta que le toca ir al hospital todos los días: "Seguimos atendiendo, el departamento de dermatología es parte del grupo de urgencia del consultorio relacionado con el COVID-19. Nos cambiamos de ropa, cuando llego a casa me cambio todo otra vez, me ducho, todo el tiempo. Con la higiene presto mucha atención a todo lo que hacemos, eso es fundamental".

¿Qué le pasa a la piel con tanto lavado?

Mucha gente tiene dermatitis irritativa, surge por algún agente químico. La piel está quemada por algo que puede ser la lavandina, el alcohol en gel, la lavandina, el exceso de jabón, y hasta el exceso de agua. "El agua de Mendoza tiene tantos minerales que termina resecando la piel. Parece paradójico, pero tanta agua deshidrata la piel", explicaba Lorena Ferreyra.

Esto es la causa de ardor, de opacidad, de resquebrajaduras. Un buen consejo puede ser humectar la piel en momentos en que no estamos activos. Hay gente que no tolera las cremas, y para ellos existen las lociones. En ambos casos, conviene esparcir cualquiera de estos productos antes de dormir, para que actúen con efectividad.

La profesional dio más consejos, y además aconsejó algo muy simple y efectivo. Podés escuchar esto haciendo click aquí, en la nota completa: