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Rondas infantiles: lo que cantamos toda la vida sin saber qué queríamos decir

No siempre fue el famoso "Baby Shark". En otros tiempos, los niños formaban rondas y cantaban canciones con letras en castellano, aunque ni siquiera sus padres tenían idea de su significado. Aquí te contamos la historia de algunas de ellas.

Miercoles, 15 de Julio de 2020

Hay canciones infantiles muy populares que prácticamente nos han acompañado toda la vida. A lo largo del tiempo se han ido transmitiendo de padres a hijos, y siempre con el mismo efecto. Temas que no pasan de moda y que podemos catalogar como clásicos.  

Y uno puede tener muchos años, pero al escucharlas vuelve a viajar a su niñez. Pero, ¿te preguntaste alguna vez cuál es el origen de ellas? La respuesta a esta pregunta es difícil, porque la mayoría se transmitían en forma oral, y pocos se aventuraban a dejar escrito el origen concreto. Pero podemos hacer un paseo histórico y arrojar algo de luz en el intento.

La historia detrás de las rondas

-"Arroz con leche": el que piense que esta canción es de origen argentino, se equivoca: según algunos estudios (los cuales no cuentan con una fuente clara, ya que es una canción que se transmitía en forma verbal) la letra es del siglo XIV, y nuestro país recién conoció el castellano a fines del siglo XVI. Los niños sudamericanos cantan "Arroz con leche / me quiero casar / con una señorita de San Nicolás", pero el texto original dice "con una señorita de Portugal", y en la segunda estrofa ubica la actividad de buscar dicha esposa en un reino - o “barrio real” - en este caso, España. No hay que olvidar también que los reyes españoles acostumbraban a tomar como esposas princesas portuguesas (Carlos V, Felipe II), por lo que esta canción es una clara alusión a la histórica relación nupcial entre la nobleza luso-española del siglo XVI. 


-"Aserrín, aserrán": es una vieja canción popular española, propia de la noche de San Juan. Como pasa con todas las canciones populares, las versiones cambian dependiendo de la región y del tiempo: hay versiones argentinas, paraguayas, colombianas, uruguayas, portorriqueñas, españolas, peruanas y centroamericanas, entre muchas otras. La canción se acompaña a un juego que se realiza con los niños pequeños. Una persona mayor sienta al niño sobre sus piernas y lo balancea despacio, cantándole. En todas sus versiones se habla de gente que muere de hambre, pero en ninguna de ellas se les da una solución a su estado de miseria.


-"Cucú cantaba la rana": De origen español, esta canción se remonta a unos cuantos siglos atrás en el tiempo. De hecho, su primera versión, compuesta en 1657, fue escrita en castellano antiguo por el dramaturgo sevillano Luís de Belmonte Bermúdez. En aquel entonces la letra era bastante distinta a lo que hoy conocemos, ya que el título era "Una rana hace ciento”. Poco tiempo pasó para que surgieran nuevas versiones de la letra, hasta llegar a la actual.


-"Mambrú se fue a la guerra": la versión española de esta mítica canción infantil procede de la francesa “Marlbrough s"en va-t-en guerre”, compuesta a principios del siglo XVIII a modo de burla contra el Duque de Marlbrough, quien se enfrentó a los franceses en la batalla de Malplaquet en 1709. Esa batalla enfrentó a los ejércitos de Gran Bretaña y Francia durante la Guerra de Sucesión Española. A pesar de su derrota, los franceses creyeron muerto en la batalla a su enemigo John Churchill, duque de Marlborough, que es a quien se dedica la canción burlesca. La melodía de la canción parece ser aún más antigua: según François-René, vizconde de Chateaubriand, es de origen árabe y habría llegado a Francia llevada por los cruzados. La canción se popularizó en tiempos de Luis XVI.


-"Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva": (conocida en Argentina como "La vieja está en la cueva"). El origen de esta canción infantil se halla en el pueblo castellonense de Altura. Allí nos encontramos con la Cueva Santa, que alberga en su interior la capilla de una Virgen desde el siglo XVI. En 1726 una enorme sequía general en la Comunidad Valenciana puso en peligro las cosechas. Los labradores del lugar fueron a rezar a la Virgen de la Cueva, y al día siguiente llovió en abundancia. De ahí que se le invoque con esta canción a esta Virgen para que llueva.


-"Tengo una vaca lechera": creada en 1.946, es obra del compositor español Fernando García Morcillo. Según algunas fuentes, se inspiró para su letra en un viaje que hizo en tren de Madrid a Galicia. Durante el recorrido pudo ver pastando tras la ventanilla a numerosas vacas, hasta el punto de escribir la canción. En Argentina mucha gente la relaciona con la película "Esperando la carroza", ya que aparece en los créditos finales, cuando el personaje de Mamá Cora camina con todos los jubilados hacia la cámara. Morcillo fue también el autor de "El dedo del pie" (esa canción que comienza diciendo "Mañana por la mañana te espero Juana en el café").


-"Juguemos en el bosque": en este caso no hay un origen establecido, pero sí una teoría publicada hace tiempo en un foro de casos misteriosos. Aparentemente, este juego empezó en Italia en 1852 en un centro psiquiátrico, en el que los pacientes se tomaban de las manos y simulaban estar alrededor de una hoguera. El "lobo", siempre siguiendo esta idea, es el diablo. El juego se volvió cada vez más llamativo y alguien lo trasladó al género infantil sin conocer el origen. En poco tiempo se volvió tan popular que nadie recordaría de dónde provino. Curiosidad: hay versiones que dicen "Juguemos en el bosque mientras el lobo no está", y en otras se escucha "Juguemos en el bosque mientras el lobo está". ¿Contradicción?