La cartera encargada de la educación acuñó este término para los chicos que no alcanzaron los conocimientos básicos en una etapa. Sin embargo, admitieron que la repitencia no es la solución.
En los últimos días se conoció que la DGE reemplazaría el término "repitencia" por el de "permanencia" a la hora de referirse a los alumnos que no han adquirido determinados conocimientos en cierta etapa de su vida.
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Desde la cartera educativa entienden que los términos no representan lo mismo, ya que la repitencia no estaría cumpliendo con su función. Esta hipótesis fue planteada a partir de las clases virtuales, donde muchos chicos no pudieron acreditar los conocimientos necesarios.
"Cuando realizamos el censo de fluidez lectora nos dimos cuenta que había un gran número de alumnos en estado crítico, donde un porcentaje había repetido de grado en algún momento. Entonces pensábamos cómo podemos esperar un resultado diferente si repetimos la misma acción. Por eso, detrás de este cambio de paradigma está la idea de mirar a los chicos en su trayectoria y ayudarlos a abordar desde ese lugar", explicó Silvina Del Pópolo, directora de Planificación de Calidad Educativa de la provincia, en Aurora 91.3.
Es por eso que el nuevo término de permanencia está relacionado con que la escuela reconozca esa dificultad y "la abrace" en el nivel en el que el chico se encuentra. "Es necesario para garantizar el derecho a lo esencial, que es aprender a leer y escribir".
"Creemos que la permanencia tiene que ver con eso, con que los chicos vuelvan a mirar su trayectoria escolar, permanezcan con esos aprendizajes que no lograron, pero no repitiendo exactamente lo mismo que se hizo el año anterior", agregó.
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La DGE sostiene que el término facilita el análisis de la situación para que pueda acreditar los conocimientos para su trayectoria escolar. "Esa mirada es la que está detrás de ese espíritu de permanencia: saber en qué lugar está cada chico, reconocer lo que aprendió y lo que no, pero por sobre todo trabajar en relación con esto", detalló.
En mayo se realizó un censo de fluidez lectora a chicos de 4to grado, 7mo grado y 1er año de la secundaria, que arrojó datos desalentadores: 18.000 alumnos presentaron un estado crítico en esta materia, por lo que se trabajó para mejorar la calidad lectora de cada uno, focalizando los casos más extremos.
"En octubre volvimos sobre estos chicos críticos y la buena noticia es que con ese trabajo sistemático que tuvimos entre todos, un 70% mejoró y, de ese número, un 49% salió de la zona crítica. Encuestamos a 1000 de esos 18000 y más del 87% declara que ha percibido esa mejora", culminó.
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