La utilización de pirotecnia es el viejo ardid con el que los brasileños pretenden alterar la tranquilidad del plantel Xeneize, que hoy definirá la semifinal de la Libertadores.
En la previa de la semifinal de la Copa Libertadores de América que desde las 19:15 horas disputarán hoy Boca y Santos, los fanáticos brasileños arrojaron bombas de estruendo durante toda la madrugada frente al hotel donde se aloja el xeneize.
Pese a este ardid de ruidos y luces que históricamente los hinchas del vecino país provocan para intranquilizar a sus rivales, el equipo de Miguel Ángel Russo espera el encuentro en el que, en condición de visitante, buscará el pase a la final que le permita conquistar su séptima Libertadores.
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Luego del empate de la semana pasada sin goles en La Bombonera, con arbitraje del colombiano Wilmar Roldán y transmisión de ESPN, el xeneize irá por la clasificación que le permita jugar la duodécima final en su historia el 30 de enero en el mítico Maracaná de Río de Janeiro.
Boca llegó a San Pablo con la esperanza de superar al peixe aunque fuera por la mínima diferencia, dado que el marcador de la ida dejó el sinsabor de la localía pero un amplio panorama para desplegar en el estadio Vila Belmiro.
Con una sola modificación respecto de los once que igualaron con Santos en La Bombonera, Russo, ya tiene al equipo definido. El único que ingresará en el equipo será Jorman Campuzano en lugar de Nicolás Capaldo, quien jugó en el empate por 0-0 de la ida.
Los once de Boca que irán por esa final en la que ya espera Palmeiras serán: Esteban Andrada; Leonardo Jara, Lisandro López, Carlos Izquierdoz y Frank Fabra; Eduardo Salvio, Diego González, Jorman Campuzano y Sebastián Villa; Carlos Tevez y Franco Soldano.