Milan demostró tener una marcha más para conseguir un Scudetto histórico, el décimo noveno en su historia, ante el Sassuolo con un contundente 3-0. Además, el título tiene un gusto añadido por habérselo arrebatado a su histórico clásico, Inter. 

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El elenco campeón no dio pie a la duda, ni un solo minuto. Atropelló a un Sassuolo que ya no se jugaba nada y cerró el campeonato en la primera mitad, dejando en el segundo tiempo para abrazos, sonrisas, cánticos y celebraciones.

El portugués Rafael Leao robó en el medio campo, condujo y regaló el primero, a los 15´, al francés Olivier Giroud. A la media hora, nuevamente Leao se impuso en lo físico, robó en zona peligrosa, bailó a dos defensores y le cedió, de nuevo, otro balón a un Giroud que volvió a estar bien situado. Y tres minutos después, el Mapei Stadium de Sassuolo pareció definitivamente San Siro. Leao completó su ‘hat-trick’ de asistencias cuando llegó a línea de fondo y dejó atrás el balón para que Kessié fusilara y sentenciara el partido.

La segunda parte quedó en una anécdota. El Milan se dejó llevar y, aunque dominante, no fue lo mismo que en la primera mitad. El técnico Stefano Pioli, artífice en gran parte de este equipo, se abrazó con cada uno de los cambios que fue haciendo. El DT se desató desde el banquillo. Levantó los brazos, se echó agua con sus compañeros, animó a la grada. Once años después, el Milan celebró ser campeón de la Serie A. Es el décimo noveno de su historia.

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