Según se conoció en la prensa asiática, el deportista será condenado a varios años de prisión por "incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país".
Tras la larga lucha de diferentes personas alrededor del mundo para evitar la muerte del jugador Amir Nasr Azadani, condenado por haber participado activamente en las protestas antigubernamentales por la muerte de la joven Mahsa Amini, finalmente el gobierno decidió que no será ejecutado.
Sin embargo, recibirá una condena de 26 años de prisión por "incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país", además de cometer moharebé, "un delito contra Dios".
El jugador de 26 años era uno de los condenados luego de la manifestación del 16 de noviembre, cuando tres miembros de las fuerzas de seguridad murieron durante un incidente registrado en la provincia de Isfahán, motivo por el cual enfrentaba una posible sentencia de muerte en la horca.
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Irán había ejecutado en público, algunos días atrás, a dos manifestantes que habían sido detenidos durante las protestas por la muerte de Amini. Y eso hacía pensar que Azadani podía correr la misma (mala) suerte.
El primero, Majid Reza Rahnavard, de 23 años, apareció ahorcado el pasado 12 de diciembre en una grúa en Mashad, acusado de haber matado a puñaladas a dos miembros de la milicia paramilitar Basij. Días atrás, Mohsen Shekari, también de 23 años, fue ejecutado por haber herido con un arma blanca a un paramilitar basiyí.