Mendoza, de de
Mendoza, de de
El inexplicable cambio en el protocolo de retiro de entradas generó un cuello de botella innecesario.
Lo que se había consolidado como un sistema efectivo y sin contratiempos, sufrió un insólito retroceso. Luego de varios partidos de Copa Argentina y de Liga Profesional en el estadio Malvinas Argentinas que permitieron a los hinchas ingresar al estadio simplemente escaneando su DNI, la organización volvió a un sistema obsoleto y problemático para el partido de este jueves.
Miles de hinchas de River Plate, que ya habían comprado sus entradas de manera online, se encontraron este miércoles con una sorpresa: para poder ingresar al encuentro, debían retirar una entrada física en las boleterías del mismo estadio.
El panorama en los alrededores del Malvinas Argentinas era caótico. Una fila de más de 500 metros se extendía desde la tarde, con hinchas molestos que no entendían la razón de la medida. "Compramos con el DNI, la entrada es intransferible. ¿Para qué nos hacen venir a hacer esto?", se quejaba un hincha del "Millonario".
La frustración es comprensible si se considera que en los partidos previos de la misma competencia —como el River-Temperley y el Boca-Almirante Brown—, el proceso de ingreso fue impecable, sin necesidad de trámites adicionales. Los fanáticos simplemente presentaban su DNI en el acceso y un escáner validaba su compra en segundos. Incluso, este sistema funcionó de manera exitosa para un partido de la Liga Profesional entre Independiente Rivadavia y Boca hace apenas unas semanas.
El inexplicable cambio en el protocolo de retiro de entradas generó un cuello de botella innecesario y un malestar generalizado en la previa de un partido crucial, demostrando que en el fútbol, a veces, un paso hacia adelante puede ser seguido por dos hacia atrás.
