El domingo, una jornada que había sido de alegría inmensa para miles de mendocinos terminó en una profunda tristeza. Un hincha de Gimnasia y Esgrima perdió la vida junto a su sobrinito de apenas dos meses cuando regresaban a Mendoza, después de haber viajado a Buenos Aires para alentar al equipo en la histórica final por el ascenso a Primera División.

El joven, identificado como Lautaro Godoy, tenía 18 años. Viajaba con su familia en un Honda Fit gris oscuro por la Autopista de las Serranías Puntanas, a la altura de Alto Pencoso, en San Luis, cuando el vehículo volcó por causas que aún se investigan.

En el accidente, tanto Lautaro como la bebé perdieron la vida en el acto. Otras tres personas -dos mujeres de 23 y 40 años, y un hombre de 44- sufrieron heridas y fueron trasladadas a distintos hospitales de la zona.

El hecho conmocionó no solo al club del Parque, sino también a toda la comunidad mendocina. Desde la institución emitieron un comunicado expresando su profundo dolor y acompañamiento a la familia de Lautaro, recordándolo como un joven apasionado, que soñaba con ver a su equipo en la máxima categoría del fútbol argentino.

La tragedia de esta familia refleja lo frágil que puede ser la vida y cómo, detrás de cada celebración, hay historias humanas que nos tocan de cerca.
Hoy, la gran familia de Gimnasia llora a uno de los suyos, en un momento en el que el amor por los colores se mezcla con el dolor más profundo.