Algunos economistas expresaron reconocimiento de que se trata de "números moderados y realistas", mientras que otros señalaron que algunas de las proyecciones no podrán ser alcanzadas.
El proyecto de Ley de Presupuesto 2021 que elevó el Ejecutivo al Congreso generó entre algunos economistas el reconocimiento de que se trata de "números moderados y realistas", con fuertes inversiones en sectores sociales e infraestructura. Asimismo, otros señalaron que algunas de las proyecciones no podrán ser alcanzadas en el contexto actual y en el de la pospandemia.
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Martín Kalo, de EPyCA Consultores, opinó que se trata de "un presupuesto gradualista, incluso si se cumplen las proyecciones va a llevar años ir bajando la inflación, recuperar la caída de estos años en PBI, inversión y consumo, ya que no hay soluciones mágicas ni inmediatas".
"Todo presupuesto tiene que tener un principio de cautela en su realización, que hace que no se puede poner una inflación demasiado alta, y que incluso, dentro del margen, se suele poner una inflación un poquito tirando hacia abajo, lo cual es realista porque siempre es preferible subestimar recursos para no ampliar recursos presupuestarios", sostuvo en diálogo con Télam.
Agregó que, "en este contexto, las proyecciones son razonables, lo cual no quiere decir que sean fáciles de realizar, debido a que estamos en una crisis y se mantiene la incertidumbre y la volatilidad a la orden del día".
Sobre el crecimiento de 5,5% del PBI, Kalo consideró que "es un rebote bastante bajo teniendo en cuenta la caída de tres años consecutivos que viene sufriendo el nivel de actividad", por lo que, "estadísticamente, sería fácil de alcanzar".
En cuanto al gasto público, "el aumento es moderado, un 2% real, teniendo en cuenta que la recuperación de la recaudación va a estar por encima de eso, implicará reducir el déficit fiscal".
En una línea similar, el economista Roberto Feletti consideró que el de 2021 "es un presupuesto moderado de recuperación, con una tasa de crecimiento económico del 5,5%, que de confirmarse los pronósticos de caída de cerca de 10 puntos en 2020, aunque creo que va a haber un rebote más potente".
Para Celina Calore, economista del Centro de Estudios Sociales y Económicos (Ceso), "se plantea de manera muy marcada un cambio de prioridades respecto de lo que fue el Presupuesto de Mauricio Macri y hay, nuevamente una fuerte presencia del Estado nacional en sectores clave, como infraestructura, energía combustible, minería, transporte y servicios sociales".
"Es el primer presupuesto de este Gobierno, ya que en 2020 se ejecutó el presupuesto del 2019, con ampliaciones y modificaciones a lo largo del año para adecuarlo a la nueva gestión y a la coyuntura de pandemia", recordó.
Entre ellos destacó que las partidas de "vivienda y urbanismo subirán un 232% respecto de 2019; Ciencia y Técnica, en torno al 40%; Servicios económicos, se incrementan en torno al 40%; y el transporte, en 55%".
"Es decir, hay ahora una fuerte disminución de las partidas del pago de servicio de deuda pública, que se venía incrementando significativamente en los años anteriores, y a la vez hay aumentos en servicios sociales, con una fuerte inversión en educación para volver a niveles de 6% del PIB como en 2015", recalcó Calore.
En cuanto al déficit de las cuentas públicas, planteó una disminución respecto de este año, para llegar al 4,5% del PBI, y por eso "es un presupuesto de reactivación económica como plantearon. Porque ese déficit representa un gasto importante del Estado en por ejemplo, obra pública, uno de los pilares más fuertes".
Calore opinó que "esta variable siempre es significativa para las expectativas que tiene el mercado respecto de cuál va a ser la política económica el Gobierno; lo mismo para el FMI".
Otro punto que se destaca y que muchos reconocen es la importancia de las iniciativas de Género; "El presupuesto asignado a las políticas que cierran brechas de género asciende a 1,3 billones de pesos, lo que representa el 15% del presupuesto total., y precisó que el presupuesto del Ministerio de Género es 13 veces mayor que el asignado anteriormente al INAM en 2019", destacó la directora del área en el Ministerio de Economía, Mercedes D"Alessandro.
En un tono mucho más crítico, el economista de Fiel José Luis Bour, opinó que los funcionarios del Gobierno “subestiman (datos de inflación) para tener más recursos discrecionales, y pisan los precios y el uso de dólares, porque se quedaron sin reservas.
"Es una economía cada vez más de comando y control, o de descontrol”, concluyó Bour, acerca de las proyecciones del Presupuesto y de las últimas medidas.
Por su parte, Federico Furiase, de EcoGo, expresó que los datos de inflación, dólar y déficit, llevan implícito que el Gobierno podrá estabilizar la macroeconomía y generar un shock de confianza para salir del círculo vicioso. Asimismo, el aumento proyectado de las exportaciones "supone una fuerte reducción de la brecha cambiaria", expresó en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, acotó que “las últimas medidas van en sentido de aumentar las restricciones, pero no hay nada que se esté haciendo para generar ese shock de confianza”, sostuvo en distintas entrevistas a los medios.
Por último, Gabriel Caamaño de la consultora Ecoledesma, se enfocó que "habrá necesidades de endeudamiento neto de 2,4%", que ya que proyecta "un resultado financiero para de -5,7%; de eso, el BCRA cubre sólo 3,3%, vía 2,1% de utilidades y 1,1% de adelantos netos".
En consecuencia, acotó, "el resto (2,4%) tiene que ser endeudamiento neto, lo cual es bastante sin mercado externo", analizó.