El precio de la nafta sigue siendo un termómetro de la situación económica general y, por ahora, no parece dar tregua al bolsillo.
Los automovilistas mendocinos se levantaron este lunes con una nueva mala noticia para sus bolsillos. Un "nuevo aumento en la nafta" se hizo sentir en las estaciones de servicio de la provincia, impactando directamente en el costo de "llenar el tanque del auto". Este ajuste en los precios de los combustibles, impulsado por YPF, se suma a la seguidilla de incrementos que vienen golpeando el poder adquisitivo de los consumidores.
La medida, que ya se aplica en las pizarras de las principales expendedoras de combustible, implica un nuevo desafío para la economía familiar y para quienes utilizan el vehículo a diario por motivos laborales o personales. El valor del litro de nafta y gasoil sufrió una suba que, si bien puede parecer marginal en la unidad, se magnifica al momento de cargar el tanque completo, generando un gasto considerable.
Este incremento en el precio de los combustibles responde, en parte, a la actualización de impuestos y a la necesidad de las petroleras de adecuar sus valores a la inflación y a las variaciones del tipo de cambio. YPF, como empresa líder del mercado, suele marcar la pauta para el resto de las compañías del sector, por lo que se espera que en las próximas horas o días, el resto de las banderas también apliquen ajustes similares en sus surtidores.
Para tener una noción más clara de lo que implica este nuevo aumento, basta con hacer un cálculo rápido. Llenar el tanque de un auto de tamaño promedio en Mendoza, que ronda los 40 a 50 litros, demandará ahora un desembolso significativamente mayor. Esta situación impacta directamente en el presupuesto mensual de las familias, que deben destinar una porción cada vez más grande de sus ingresos al transporte.
El constante incremento en el precio de los combustibles tiene un efecto cascada sobre toda la cadena productiva y de servicios. Desde el transporte de mercaderías hasta los costos de fletes, pasando por los viajes de larga distancia y el turismo, todos los rubros se ven afectados por el encarecimiento de la nafta y el gasoil, lo que termina repercutiendo en el precio final de bienes y servicios.
En un contexto de alta inflación, este nuevo ajuste en los combustibles añade una presión adicional sobre la economía de los mendocinos. Los automovilistas, que ya venían sintiendo el impacto de la suba constante, deberán reorganizar sus gastos y evaluar estrategias para mitigar el efecto de este encarecimiento del transporte. El precio de la nafta sigue siendo un termómetro de la situación económica general y, por ahora, no parece dar tregua al bolsillo.