Rocío Marengo y Eduardo Fort se convirtieron en padres de Isidro, concretando el esperado nacimiento de su primer hijo en medio de una ola de mensajes de afecto. El bebé llegó al mundo pocos días después de que la modelo de 45 años experimentara una internación preventiva que había generado preocupación entre sus seguidores, marcando un camino de determinación para cumplir su deseo de ser madre.

Isidro, un nacimiento antes de lo previsto

El nombre elegido para el recién nacido, Isidro, tiene raíces latinas y su significado se asocia con el concepto de “don” o “regalo” divino, vinculado a la idea de protección y fuerza espiritual. Si bien la modelo se había referido a él simplemente como "bebito" durante el embarazo, ahora el nombre fue confirmado tras el parto.

Según trascendió, tanto el bebé como sus padres "están bien". El nacimiento de Isidro se produjo en el Hospital Otamendi y, considerando la internación preventiva de la conductora en la semana 33, se presume que el parto se dio alrededor de la semana 34, lo que indica que el niño habría llegado al mundo a los ocho meses de gestación.

Este nacimiento encuentra a Rocío Marengo en un presente de gran carga emocional, ya que a sus 45 años, cumplió su profundo deseo de convertirse en madre. Un camino que transitó con entereza y que hoy celebra con la llegada de su hijo.

La noticia también alcanza a Eduardo Fort en un contexto particular, ya que el empresario y presidente de Felfort continúa involucrado en una causa judicial iniciada por su exesposa, Karina Antoniali, donde quedó inscripto como deudor alimentario y enfrenta un embargo de gran magnitud.

El nacimiento del niño cierra días de incertidumbre luego de la internación y abre una nueva y feliz etapa para la pareja, que ahora transita su primera experiencia como padres. La tranquilidad sobre el estado de salud del bebé, un dato crucial después de un embarazo que requirió atención cercana, aporta alivio al círculo íntimo de la pareja.