El hecho ocurrió el 23 de marzo, dos meses antes de la muerte de George Floyd, en otro caso de violencia policial en Minneapolis que desencadenó fuertes protestas en varias ciudades de Estados Unidos.

Daniel Prude murió el 30 de marzo después de que le quitaron el soporte vital, siete días después de la detención de la policía en Rochester. Su muerte no recibió atención pública hasta este miércoles, cuando su familia realizó una conferencia de prensa y dio a conocer los videos de las cámaras corporales de los agentes que lo detuvieron.

Joe Prude, hermano de la víctima, contó que había llamado a la policía para informar que su hermano había salido corriendo de su casa y tenía problemas de salud mental.

En los videos se ve a Prude, que se había desnudado pese al frío, obedecer cuando los agentes le pidieron que se tirara al suelo y pusiera las manos detrás de la espalda para colocarle esposas. El hombre estaba agitado y gritaba, mientras una ligera nieve le caía encima.

Luego, los agentes le pusieron una “capucha antiescupitajos” sobre la cabeza, un dispositivo polémico destinado a proteger a los oficiales de la saliva de un detenido, ya que el hombre había gritado que tenía coronavirus.

Después, se ve que un oficial golpeó la cabeza de Prude contra el pavimento y la presionaba con ambas manos mientras le ordenaba que “deje de escupir”. Los gritos pronto se convirtieron en gemidos y gruñidos, entonces otro oficial le colocó una rodilla en la espalda.

Después de dos minutos, Prude ya no se movía ni hablaba, por lo que los agentes llamaron a los servicios médicos de urgencia, que le practicaron maniobras de resucitación y lo trasladaron a un hospital. Lamentablemente, murió unos días después.