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Mendoza Casos históricos

Fue a una entrevista laboral, nunca volvió y sigue desaparecida: un misterio que ya lleva 4 años

El 7 de diciembre de 2016, Viviana Luna fue a una entrevista de trabajo en la zona de Las Vegas, Potrerillos. Fue la última vez que la vieron.

Viernes, 14 de Agosto de 2020

Por Ignacio Torquemada Hormazabal


La imagen de una mujer arrodillada junto a un río, con montañas de fondo y sosteniendo un corazón sangrante entre sus manos. Ese fue el último cuadro que pintó Viviana Luna antes de desparecer sin dejar rastros el 7 de diciembre de 2016. 

Viviana salió de su casa situada en Potrerillos la mañana del 7 de diciembre rumbo a unas cabañas en la zona de Las Vegas. Se dirigía a una entrevista de trabajo para la que había sido citada. Uno de sus hijos la acercó hasta el lugar. Ese fue el momento en el que comenzó un calvario para la familia que continúa hasta hoy.

El dueño del complejo confirmó que Viviana fue a la entrevista, pero las condiciones laborales no fueron del agrado de ella, por lo cual se marchó del lugar. Esa sería una de las últimas veces que alguien la vería.

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La causa cuenta con muchos testimonios. Quizás uno de los más importantes es el de la dueña de un kiosco cercano al lugar, quien le confirmó a la Justicia que esa calurosa mañana de diciembre, Viviana compró una gaseosa y la vio dirigirse a la zona de Las Vegas, luego de eso, nadie supo más de ella.

Foto gentileza Diario Los Andes

El comienzo de una búsqueda interminable 

Viviana les había dicho a sus hijos que regresaría inmediatamente a su casa luego de la entrevista de trabajo. Al pasar las horas y ver que su madre no volvía, sus hijos realizaron la denuncia en la policía.

A partir de esto, la fiscal de homicidios, Claudia Ríos, se hizo cargo de la pesquisa. La magistrada dialogó con ADN País e indicó cómo fueron las tareas de búsqueda de Viviana. “El personal de la división Búsqueda de Personas practicó rastrillajes en toda la zona de Potrerillos, en la Planta de Irrigación y en todas las inmediaciones del lugar, todo con presencia del grupo K9, es decir, con canes”

Otra de las diligencias que mencionó la fiscal, fue el pedido al Banco Nación de Potrerillos, donde le informaron que la última extracción de dinero se produjo el 2 de diciembre de ese año, luego de eso, la cuenta bancaria no volvió a tener ningún movimiento.

Las investigaciones que realizó la Justicia fueron muy variadas y amplias, hasta el punto en el que incluso se trabajó con un equipo de antropólogos forenses. En este sentido, la Dra. Ríos explicó: “Se practicó un cotejo de ADN a unos restos óseos que se hallaron en una causa. Los mismos fueron descubiertos en una casa de calle Viamonte, de Luján de Cuyo. Tomamos una muestra de sangre al hijo de Viviana, pero los mismos arrojaron resultado negativo”.

La justicia también tomó testimonios y revisó las cámaras de seguridad de la Terminal de Ómnibus de Mendoza, así como también en toda la zona del centro de la Ciudad, donde vive un familiar de Viviana, pero los resultados siempre terminaban en callejones sin salida.

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Un dato que ilusionó mucho a los investigadores surgió de un informe enviado desde la Justicia Federal de Mendoza. El mismo indicaba que existía una persona que sabía del paradero de Viviana, pero cuando la citaron a comparecer, comprobaron que la fecha que refirió el testigo había sido anterior a la denuncia de paradero. 

La Dra. Ríos indicó que cuando se tomaron prendas de vestir de la casa de Viviana, para que los perros pudieran seguir su rastro, también se secuestró una notebook que ella utilizaba. Al momento de ser peritada por el personal de Delitos Tecnológicos de la Policía de Mendoza, se descubrió que había escrito tres cartas, una para cada hijo. Sobre este tema dijo: ”El contenido de las misivas no lo pudo develar, porque eso se encuentra dentro de la privacidad de la correspondencia”.

Tecnología de punta en la investigación

La Justicia no escatimó esfuerzos en la búsqueda de Viviana. “Pedimos un robot a Buenos Aires para ver si se podía hacer un rastrillaje con ese equipo en la zona del Dique Potrerillos. Es un robot que se coloca en el agua y puede advertir la presencia de restos humanos, pero atento a la densidad del agua del embalse, que es tan turbia, me dijeron que no lo podían utilizar, porque lo intentaron con el tema de la caída del helicóptero y no se pudo llevar cabo, debido a que ahí pudieron corroborar cómo es el agua de la zona”, dijo la fiscal.

Un dato de importancia que aportó Ríos fue el aumento del pedido de recompensa, que fue solicitado al Ministerio de Seguridad el 28 de julio de este año, donde se pide un incremento a 300 mil pesos para quien aporte datos sobre el paradero de Viviana Luna.

Y finalizó: “Mas allá de todo esto, de todas las medidas que se están llevando a cabo, yo siempre voy a tener la causa como averiguación de paradero, yo nunca voy a pensar que ha muerto, yo estoy investigando una averiguación de paradero”.

Una familia desesperada

Roxana es la hermana de Viviana. De profundos ojos negros que se enrojecían, con un dejo de dolor y angustia relataba: “Uno a veces piensa que nunca le van a pasar estas cosas y de repente te despertás y te paso algo que nunca pesaste que te iba a pasar. Por ejemplo, esto, la desaparición de mi hermana o algún familiar”.

Roxana explicaba que lo más difícil son los días, que se convierten en meses y años. “Te acostás pensando qué le habrá pasado, si estará sufriendo, si alguien le hizo algo o si está muerta en algún cauce o si tomó alguna decisión, que no creo. Por qué, el por qué de todo: por qué entonces fue ese día a la entrevista. Son un montón de intrigas, entonces eso como que te va comiendo por dentro”, decía.

Por momentos bajaba la mirada y la dejaba fija en su café, cómo buscando las respuestas a la desaparición de su hermana, luego continuaba: “Una persona que es tu hermana, que falta, que era como un pedazo de vos, que has vivido toda tu infancia, con miles de recuerdos y no entendés. Entonces tratas de pensar y pensar: ¿se me habrá escapado algo? ¿O alguien que estuvo cerca, con llegada a ella? El día a día es difícil y saber que están sus hijos, que sufren por esta situación y que no tenemos respuestas”.

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La desaparición de un familiar puede generar un sinfín de reproches y remordimientos, por cosas que se hicieron y también las que se dejaron de hacer. “Te afecta mucho todo esto porque por ahí es el constante por qué. Los hijos imagínate como la están pasando, las culpas y esos sentimientos te afectan totalmente”, decía.

Roxana hizo hincapié en su conformidad con el trabajo de la Justicia, pero aclaró que toda la familia lo vive de una manera diferente. En este sentido dijo: “Yo cada vez que voy personalmente me atienden, si llamo por teléfono también me atienden. Nunca me han negado ni la atención ni el poder ver el expediente, ni saber cómo va la causa ni lo que están haciendo. Nunca me han dicho “esto no se puede”.

Foto gentileza Filo News.

Respecto a la posibilidad de que Viviana hubiera tomado la decisión de quitarse la vida, su respuesta fue contundente: “no creo que se haya suicidado o que simplemente, se haya marchado por voluntad propia. Nunca lo hizo. Más allá de los problemas que podés tener en lo que es la pareja o lo que es la familia, no creo que, conociéndola, ella tome la decisión de irse. Jamás se ha ido”. 

En este sentido y sobre la posibilidad de que Viviana hubiera tomado la determinación de marcharse por voluntad propia expresó: “Si vamos a lo real, sin documentos, sin cartera, sin plata, sin ropa. Se fue con lo puesto, es medio imposible, no deja de ser una hipótesis, pero es medio imposible. Aparte, ella siempre ha sido una mujer que ha vivido para su familia, para sus hijos, para su casa, entonces, que haya tomado la decisión de irse sin decir nada es medio imposible”.

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Roxana dijo que desde el día de la desaparición de su hermana todas son preguntas que no llevan a ningún lado: “Ella quedó de ir a la casa de una amiga, a la cual nunca llegó, eso fue lo que le dijo al hijo. De hecho, la amiga tampoco sabía que ella iba a ir. Desde las 10 de la mañana, cuando la vieron por última vez, a las 9 de la noche, que dice una persona que la vio cerca de la comisaría, en todo ese tiempo nadie la vio en ningún lugar”.

Se encogió de hombros y con un leve ademán finalizó: “Yo tengo esperanza, porque si no cómo seguís, te cansás o bajás los brazos. Entonces yo siempre voy a seguir y voy a hacer todo lo que tenga que hacer para que aparezca, para saber qué es lo que paso, voy a hacer lo que tenga que hacer". Hizo una breve pausa y exclamó: "Pero sí, tengo esperanza”.