Se trata del asesinato seguido de suicidio ocurrido en un lujoso shopping que conmocionó a Mendoza. La historia de una mujer que sufrió en silencio la violencia de género.
Mariana corría desesperadamente por las escaleras; detrás de ella hacía lo mismo su exesposo, Marcelo Manino, empuñando un arma de fuego. Cinco fuertes estruendos sacudieron el lugar.
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En la planta baja de las escaleras de acceso al Hospital de Día del Centro Médico Palmares quedaron los cuerpos de Mariana Roby, de 45 años y de Marcelo Manino, de 46. Junto a ellos estaba el poderoso revolver calibre Magnum .44 y una bolsita con un osito de peluche con la inscripción “Te Amo”. Eran aproximadamente las 13 horas del 21 de agosto de 2014.
El ataque había sido muy violento. Mariana fue asesinada de cuatro disparos; luego del brutal femicidio, Manino se quitó la vida con la misma arma que utilizó para cometer el atroz crimen. El horario, cercano al mediodía, y el lugar, uno de los Shoppings más elegantes de Mendoza, horrorizaron a la provincia. La pareja tenía tres hijos y estaba atravesando un proceso de separación que Manino no aceptaba.
El caso tomó gran notoriedad pública, no solo por la violencia desatada, sino porque Mariana era la hermana del entonces ministro de Deportes de la Provincia, el Dr. Matías Roby. durante la administración del Gobernador Francisco “Paco” Pérez. El galeno era el dueño de la clínica donde ocurrió el ataque, además de ser médico deportólogo que asesoraba a importantes equipos deportivos de Mendoza.
El brutal ataque
A minutos de ocurrido el femicidio seguido de suicidio, el lugar se colmó de funcionarios del Gobierno, entre ellos el Gobernador, Francisco Pérez, policías, y agentes judiciales. La investigación del hecho quedó en manos de la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos.
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En diálogo con ADN País, la magistrada relató cómo fueron los hechos, reconstruidos en base a la declaración de testigos y cámaras de seguridad. En este sentido expresó: “Manino llegó a la clínica y pasó por detrás de unos escritorios, sin pedir permiso, y se dirigió directamente hacia donde se encontraba Mariana Roby, según declararon algunos compañeros de trabajo y una señora de limpieza que se encontraba ahí”.
Y continuó: “Cuando Mariana lo vio se levantó y le pidió salir del lugar, quizás para no generar un episodio violento en su lugar de trabajo. Se dirigieron hacia las escaleras y pasados unos minutos escucharon gritos y varias detonaciones de arma de fuego”.
La Dra. Ríos indicó que se podía observar que Mariana fue atacada mientras corría por las escaleras, debido a que toda la pared que circunda las escaleras estaba con manchas de sangre. Mariana cayó muerta en el piso de la planta baja, había recibido al menos cuatro impactos de un arma de grueso calibre.
En ese mismo sitio, Marcelo Manino se disparó en la boca con la misma arma. En el lugar quedaron los cuerpos de Mariana y Marcelo, junto al arma y una bolsa con un osito de peluche con la inscripción “Te Amo” que él llevaba.
Mariana: hermana, madre, esposa y amiga
En diálogo con ADN País, el Dr. Roby expresó que era “La crónica de una muerte anunciada” debido a que, según sus dichos, su hermana nunca contó el padecimiento que vivía, hasta pocos días antes de ocurrido el ataque e indicó: “Ella se puso de novia muy joven y hay cuestiones de cuna que nada arreglan; las diferencias que uno tiene en términos de crianza no las arreglan ni una chica linda, ni con dinero, ni con formación.
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Él venía de una familia que no le generó valores para formar un hogar, para cuidar de sus hijos, porque él dejó a tres hijos a la deriva prácticamente y no le importo nada”.
De igual manera se expresó Pamela Colombi, amiga de Mariana de casi toda la vida, quien incluso fue testigo de civil del matrimonio de Mariana y Marcelo. “Hay muchas cosas que se supieron después, en realidad ella tapó mucho de lo que le estaba ocurriendo. Yo conocía una parte, su prima conocía otra y fuimos recopilando después de que pasó todo esto y ahí vimos la magnitud de lo que estaba viviendo”.
Y agregó: “Los últimos días explotó y dijo no puedo más, no puedo estar más así y se fue a la casa paterna, donde vivía uno de sus hermanos. Ahí fue cuando Manino realmente se dio cuenta de que lo estaba dejando y evidentemente no lo pudo soportar. De hecho, hubo una denuncia, una amiga y yo fuimos con ella al Juzgado de Familia para pedir una prohibición de acercamiento. Eso fue dos o tres días antes de que sucediera el crimen”.
Respecto a la denuncia, el hermano de Mariana, el Dr. Matías Roby indicó a ADN País: “Recuerdo que el 17 de agosto cenó en mi casa y yo le pregunté si había hecho la denuncia y me dijo que sí, que había hecho todo correctamente porque no quería terminar con un balazo en la cabeza y mirá cómo terminó todo. El problema es que cuando se dictan las órdenes de restricción, al menos en ese momento, era muy difícil controlar a las personas”.
El asesinato de Mariana causó una gran conmoción entre sus compañeros de trabajo de la clínica y sus amigos. Pamela Colombi la recuerda como una mujer muy humilde, que trabajaba a la par de sus compañeros, por más que ella podría haber tenido una cierta posición de privilegio al ser la hermana del dueño del lugar. “Fue una mujer increíble, tan humana, tan bondadosa, tan espiritual, tan íntegra en todo sentido y vos siempre la veías con una sonrisa, nunca te ibas a imaginar lo que ella padecía. Una mujer que luchó por su familia, por mantener su familia; porque sino ella tendría que haberlo dejado muchos años antes”.
Y añadió: ”Sin embargo ella estuvo a su lado, él tenía varias enfermedades y ella lo cuidó, le hacía comidas especiales, hizo de todo, porque en el fondo ella estaba enamorada, por más que dijera otra cosa, ella lo quería”.
Respecto a su hermana, el Dr. Roby dijo: “Ella era mi mano derecha. Yo soy el segundo de cinco hermanos y ella era la tercera, la única mujer. Desde chica se tuvo que hacer su lugar, defenderse de los juegos bruscos que suelen tener los varones, pero mi hermana con nosotros (los hermanos) era muy cuidadora, muy protectora”. Y finalizó: “En cierto punto ella sabía que las cosas iban a terminar así, porque no podés pasar toda la vida escapando de alguien que te quiere matar”.
En cuanto a Marcelo Manino a quien le decían “El loco Manino” el Dr. Roby indicó: “Él era muy sociable y si uno lo analiza tenía rasgos psicopáticos. Incluso amigos míos que lo conocieron coinciden con que era muy agradable y sociable.
La misma opinión brindó Pamela Colombi, quien también conoció a Manino en persona: “No se mostraba violento para nada. Se veía como una persona magnífica, divertida. Un tipo que vos decías “que genial”, pero lo que pasaba puertas adentro lo sabía ella nada más. No puedo decir mucho de lo que contaba, sino de lo que uno percibía”.
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“Mariana hasta el final trató de preservar a su familia por sobre todas las cosas, de proteger a sus hijos, trató de no involucrarlos. Una mujer divertida, sociable. Yo trato de recordarla con muchísima alegría, pero con el tiempo te vas olvidando de lo triste y tratas de recordarla como realmente era. Como madre espectacular, como esposa también, porque hizo todo por conservar su familia. Ese chico tenía problemas con las drogas, tenía muchos problemas psiquiátricos te podría decir” finalizó.
La historia de Mariana es la de una mujer que luchó por conservar a su familia y que sufrió en silencio la violencia de género. Su familia y amigos la recuerdan con una sonrisa, bondadosa y trabajadora, que no pudo evitar su trágico destino.
“De la vida no quiero mucho. Quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude, amé lo que valía la pena y perdí apenas lo que nunca fue mío”, Pablo Neruda.
Por Ignacio Torquemada