Gerardo Fernández, presidente de la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza, señaló que es una crisis "única en la historia de la industria".
El contexto de incertidumbre en el que vivimos y su consecuente especulación en el plano económico, deriva en constantes complicaciones en los distintos sectores. En el plano de la construcción esta situación se refleja en el faltante de materiales y el aumento de los precios, que ronda el 30%.
Gerardo Fernández, presidente de la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza, dijo en Aurora 91.3 que: “La situación es extremadamente delicada, por distintos factores que se unifican en una crisis cuasi única en la historia de la industria en la provincia”.
“Desde el punto de vista de obra pública, la situación es bastante comprometedora. En el sector privado, la pandemia prácticamente paralizó a los entes que emitían los certificados de construcción. Lo que al principio parecía bueno, porque había una buena diferencia en el valor dólar- peso y la gente se volcó a reparar y construir, hace más o menos unos 60 días se ha transformado en una vorágine de incertidumbre que está afectando negativamente a la industria. El panorama es muy delicado”, analizó Fernández en Primera mañana.
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“Cuando hablamos de economía la palabra necesidad es clave. Cuando hay incertidumbre la angustia hace que la gente actúe más por sentimiento que por pensamiento. En este caso la gente está sintiendo que el peso que recibe no tiene valor real, que se le disuelve en las manos y sale a intentar darle valor comprando bienes que tengan alguna relación con el valor psicológico que le da. Pasó con los electrodomésticos, con la tecnología, que por una cuestión de importación prácticamente desapareció. Lo que le sigue son elementos de la construcción, que tienen una relación directa con el dólar".
El titular de la entidad mencionó que: "La gente cree que esas inversiones le dan valor a la propiedad y hay un inconsciente colectivo histórico nacional que el refugio es el ladrillo después del dólar. La gente está actuando en consecuencia de esa sensación que tiene y está saliendo a comprar bienes. El problema es que los grandes formadores de precios nacionales, los proveedores de origen, por distintas razones no están proveyendo con la misma cantidad, calidad y asiduidad que lo hacían históricamente, por lo cual el mercado se está desabasteciendo en muchos rubros. Los básicos de inicio prácticamente están en faltante, se consiguen a cuenta gotas y con una variación de precio muy importante”, explicó Fernández.
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Y señaló: “En el futuro inmediato la situación es muy comprometedora. Prácticamente no está habiendo trabajo y con el faltante de materiales, la falta de pago, la falta de disponibilidad, la incertidumbre, el inversor decide esperar por lo que la situación a corto plazo es muy mala. En el sector de la obra pública hay un proceso de incumplimiento contractual, al no tener bienes disponibles no se pueden cumplir los contratos”.
“De parte del Gobierno estamos con un pedido formal respecto de las planillas de precios emitidas, están muy atrasadas y esto afecta directamente a las re determinaciones de precios”, agregó.
“La industria de la construcción ha sido siempre el motor principal de la salida de todas las crisis, todos los gobiernos han apostado en forma sistemática a la industria para poner en marcha al país. Estamos ansiosos de que esto ocurra con la mayor brevedad posible”, cerró.
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