Roque Bagnato explicó la situación en hijos de padres no convivientes: "La Ley entiende que nada mejor que los padres para ponerse de acuerdo".
El régimen de comunicación de hijos con padres no convivientes es un derecho de niños y niñas, que muchas veces se transforma en una decisión discrecional de los progenitores.
Roque Bagnato, Abogado especializado en Derecho de Familia, se refirió a esta situación en Aurora 91.3.
“Cuando llega el momento de la separación llega el conflicto de ´qué hacemos con los hijos´. Fundamentalmente y en la mayoría de los casos los hijos quedan con uno de los progenitores y generalmente es con la mamá. El papá es el que de pronto pierde la casa, la familia, el contacto cotidiano con los hijos. Se produce un quiebre emocional bastante fuerte que los hijos lo padecen desde un lugar conforme su edad y su grado de madurez y los adultos lo padecen desde otro lugar. Siempre el más afectado es el papá no conviviente”, explicó.
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“Tenemos que atender, según el Código, al grado de madurez que tenga el niño. Hay niños que saben dónde están parados y conocen la conflictiva que pueden tener los padres e incluso tienen la capacidad de verbalizarlo sin ningún tipo de problema y hay niños que no. El asesor de menores escucha al niño y muchas veces se hacen pericias psicológicas”, señaló Bagnato en Buenos días, Aurora.
Y sostuvo: “Los adultos tenemos que tratar de preservar a los niños de esos encuentros porque llegan a ser violentos. Entran en un juego en donde el adulto es el responsable. Tenemos que tratar de proteger al niño de esas presiones”.
“El niño los tiene que querer a los dos, debe compartir con ambos padres. Somos los adultos los que los encaminamos a que tengan que decidir y ahí está el error, porque el niño no tiene que ser privado ni del padre ni de la madre”, remarcó.
También detalló lo que se debe hacer en los casos en los que no se cumplan los acuerdos verbales: “Hay que recurrir al Cuerpo de Mediadores, no es obligatorio ir con patrocinio letrado. La Ley entiende que nada mejor que los padres para ponerse de acuerdo sobre qué quieren para sus hijos en cuanto a la comunicación, la convivencia, la cuota. En caso que no se llegue a un acuerdo voluntario, vamos a los juzgados y se inicia un juicio”.
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“No hay una cuestión general. Lo que es claro es que el régimen de comunicación se va a establecer en función del interés superior del niño en cada situación concreta. El horario es siempre en función del niño. Muchas veces no se llega a un arreglo porque están los egos. Tenemos que dejar de lado los egos y ver qué es lo que hace al niño feliz”, agregó.
En referencia al impedimento de contacto, Bagnato indicó que se trata de un delito penal, sancionado por el Código penal y que puede ser denunciado.
Además, se lamentó: “Muchos padres hacen denuncias con tal de que el padre conviviente no los vea, es terrible, angustiante. Quedan secuelas dañinas en ese niño; no sólo se lo privó de su padre, sino también terceros hurgaron en su cuerpo físico y psicológico”.
Finalmente, Bagnato aconsejó: “Los progenitores deben asesorarse y tratar de acordar el menor daño posible a los niños. El derecho de comunicación es un derecho humano del niño, no hay por qué restringir ese derecho”.
Escuchá la columna de Roque Bagnato en Buenos días, Aurora: