Mendoza, de de
Mendoza, de de
Por el momento, la nieve se hace esperar y todos se preguntan lo mismo.
Con las vacaciones de invierno a la vuelta de la esquina y miles de turistas haciendo planes, la postal blanca típica de Mendoza aún brilla por su ausencia. La escasa acumulación de nieve en los centros de esquí mantiene en suspenso la apertura de la temporada 2025, generando preocupación en el sector turístico y deportivo.
A esta altura del año, los complejos de montaña suelen estar ultimando detalles para recibir a visitantes nacionales e internacionales. Sin embargo, en este 2025, el clima no acompaña. Tanto Las Leñas como Los Puquios se muestran prudentes a la hora de confirmar el inicio de actividades.
Desde Los Puquios manejan una fecha tentativa de apertura para el 20 de junio, aunque advierten que todo dependerá de cómo evolucionen las condiciones meteorológicas en los próximos días. En el caso de Las Leñas, la estrategia es no generar falsas expectativas: aún no hay una fecha oficial de inauguración, aunque se estima que, si las condiciones mejoran, podrían comenzar a operar hacia mediados de mes.
El panorama meteorológico tampoco resulta alentador. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en su último informe trimestral que abarca junio, julio y agosto, anticipó un invierno con poca nieve, lo que refuerza la cautela del sector.
La predicción se alinea con análisis internacionales. Juan Rivera, doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos e investigador del Conicet, explicó que los modelos climáticos de instituciones como la Universidad de Columbia, la NOAA (Agencia de Estados Unidos) y el programa Copernicus de la Unión Europea coinciden en que la acumulación nival será inferior a lo habitual, al menos en el inicio del invierno.
Turismo expectante y operadores en alerta
La nieve no es solo un atractivo visual: representa uno de los pilares de la economía invernal mendocina. La falta de certezas impacta directamente en la planificación de agencias de turismo, alojamientos, prestadores de servicios y en los propios turistas que dudan si reservar o esperar.
Mientras tanto, todos los ojos están puestos en el cielo. Mendoza se prepara para una temporada que, al menos por ahora, parece tener más suspenso que copos.
