La Justicia condenó a 18 años de prisión a un joven de 18 años, que había sido detenido acusado por ser el presunto autor del asesinato a puñaladas del dueño de una panchería ubicada en el departamento de Godoy Cruz meses atrás. El joven, quien era empleado de la victima, admitió su culpabilidad durante un juicio con modalidad abreviado.

Se trata de Ángel Buenaventura, un empleado de Federico Germán Scattareggi (49), la víctima fatal, quien fue asesinado a puñaladas dentro del local comercial que alquilaba y donde funcionaba una panchería muy conocida en la zona, de la cual era dueño a fines de mayo.

Según informaron fuentes judiciales, el ahora condenado admitió su culpabilidad durante un juicio abreviado esta mañana, tras el acuerdo de las partes, y la jueza Mirna Montaldi, quien homologó el acuerdo, lo condenó a 18 años de prisión.

"Homicidio simple, en concurso real con estafas, en con concurso real con robo", fue la calificación legal por la que se lo condenó a la mencionada pena, detallaron las fuentes.

Tras el acuerdo con la Fiscalía, el joven evitó ir a un juicio por jurados donde podría haber sido condenado a una pena aun mayor y la fiscalía se aseguró que tenga una condena.

El hecho ocurrió en "Gran Pancho", ubicado en Río Horcones casi San Martín, de Godoy Cruz. Según la reconstrucción fue su hermano quien lo encontró sin vida el lunes 26 de mayo. El familiar relató que Scattareggi debía cerrar el comercio entre las 00:30 y la 1:00 de la madrugada, pero al notar que no había regresado a su casa y observar que el vehículo seguía estacionado frente al local, decidió acercarse.

Al llegar, advirtió que el candado del comercio presentaba manchas de sangre. Tras ingresar, lo encontró tendido en el baño con manchas hemáticas y múltiples heridas de arma blanca.

Personal policial arribó al lugar de inmediato y confirmó el deceso. La escena fue resguardada a la espera de las pericias correspondientes del personal de Científica y del Ministerio Público Fiscal. La causa quedó a cargo de la fiscal Florencia Díaz Peralta.

Detención del acusado

El joven acusado por el crimen fue detenido poco después del hallazgo del cuerpo de Scatareggi, por personal de la Unidad Investigativa Departamental (UID) que realizó una medida en una vivienda ubicada en calle Federico Serpa de Luján de Cuyo, donde secuestraron de un par de zapatillas, medias, un pantalón corto de color negro, papel tissue con manchas hemáticas y un teléfono celular. Allí no lograron encontrarlo en un primer momento.

Pero los pesquisas lograron obtener información de que tenía cortes en los brazos y se había hecho asistir en el centro de salud N 31, por lo que se envió una consigna al lugar, aunque se logró la detención cuando regresó a su vivienda.

El joven era un empleado de la víctima fatal y en horas de la noche había estado trabajando con él, según la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores.