Esta nueva modalidad de detección se encuentra dentro de las medidas que el gigante asiático implementa junto a los tradicionales PCR de nariz o garganta.
China, que logró frenar en gran medida la epidemia desde principios de 2020 y solo se han registrado dos muertes desde mayo, generó polémica ya que recurre cada vez más a testeos rectales para detectar el coronavirus en sujetos de riesgo y a los viajeros que llegan del extranjero.
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Si bien la situación epidemiológica se mantiene controlada, en las últimas semanas se produjeron pequeños brotes localizados que llevaron a las autoridades sanitarias a realizar pruebas rápidas y masivas a decenas de miles de personas mediante PCR, que se toman de la nariz o la garganta.
Sin embargo, según la televisión pública CCTV, los residentes de varios barrios de Pekín donde se descubrieron contagios recientemente fueron sometidos a un test rectal.
Este procedimiento también se está aplicando a las personas en cuarentena obligatoria en los hoteles, incluidos los viajeros procedentes del extranjero.
De todas maneras, la CCTV dijo que no se generalizarán las pruebas rectales porque "no son lo suficientemente prácticas".
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China, que ya restringió severamente las llegadas internacionales desde marzo de 2020, reforzó estas medidas en los últimos meses.
Todas las personas que quieran viajar al país deben presentar dos test negativos (PCR y serológico) antes de embarcar y, a su llegada y por cuenta propia, realizar una cuarentena de al menos 14 días en un hotel.