La novia del sujeto señaló que el esfuerzo físico le provocó un enorme sufrimiento al joven. Días después, perdió la vida.
Un joven de 28 años murió en Filipinas luego de ser obligado a hacer 300 abdominales y sentadillas, como castigo por no haber respetado el toque de queda, impuesto por la pandemia del coronavirus.
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En ese sentido, ahora las autoridades abrieron una investigación. La familia del fallecido, identificado como Darren Manaog Peñaredondo, de 28 años, contó que el joven salió a comprar agua el pasado jueves, mientras el toque de queda se encontraba en vigor.
Pero en el medio del trayecto fue sorprendido por una patrulla de policías. Como castigo, en un primer momento fue obligado a realizar un centenar de abdominales sincronizadas al igual que otras personas que también fueron detenidas. Si no podían hacerlo en forma simultánea todos tenían que empezar de nuevo con el ejercicio, y esto obligó a repetirlo en dos ocasiones. Algo por lo cual las sentadillas fueron 300 en total.
Reichelyn Balce, novia de Darren, señaló que el esfuerzo físico le provocó un enorme sufrimiento al joven. “Para volver a casa tuvo que ser ayudado por otro de los hombres que también sufrió el castigo, porque sentía mucho dolor”, afirmó.
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Darren no pudo caminar en todo el día, y con el paso de las horas su estado empeoró. “Su cara se puso de color violeta y su corazón dejó de latir”, agregó su novia.
Tras esto Peñaredondo comenzó a sufrir convulsiones el sábado pasado, y no pudieron reanimarlo. “Después su cuerpo volvió a fallar y lo reanimamos de nuevo, pero ya estaba en coma. Murió a las 22:00 horas (horario local)”, reveló uno de sus parientes, agregando que el fallecido se había caído varias veces mientras se le pedía que hiciera las sentadillas.