El Licenciado Alejandro Castro Santander, uno de los referentes en materia educación en Argentina, explicó: "Estamos metidos en el mayor proyecto social de la historia de la humanidad".
El gobernador Rodolfo Suarez decidió ampliar en tiempo y espacio la posibilidad de debatir abiertamente la Ley de Educación, con la participación de todos los actores del sistema educativo y demás sectores involucrados. De esta manera, el debate se extenderá hasta el año próximo.
La educación, sin embargo, sigue siendo uno de los sectores que mayor preocupación genera en este atípico contexto de pandemia. El Licenciado Alejandro Castro Santander, uno de los referentes en Argentina, habló en Aurora 91.3: “Es tan atípico, algo así como que estamos metidos en el mayor proyecto social de la historia de la humanidad. Como todas las cosas distintas ha impactado absolutamente en todos los órdenes”.
“Lo primero que encontramos fueron brechas que en realidad no se produjeron por el Covid-19 sino que ya venían, algunas de ellas crónicas, sobre todo en el área educativa. Brechas tecnológicas, esto fue lo más evidente, porque hubo que convertir lo que antes era presencial rápidamente en virtual y ahí empezaron los problemas. La conectividad tanto en los docentes como en los alumnos. Después brechas didácticas, cómo hacer para utilizar el recurso para que el conocimiento llegue de manera adecuada al estudiante, y hubo una brecha en los docentes. No tenían una formación para esto porque en general no se necesitaba. Trabajar con tecnología era algo mínimo y no había una capacitación importante en esto.
Leé más: Nobel de Medicina para tres investigadores que descubrieron el virus de la hepatitis C
Los docentes tuvieron que hacer un curso acelerado para poder llegar a sus estudiantes ya que la educación a distancia pone en relieve inconvenientes que exceden la llegada virtual del docente. "Hubo una especie de cuasi didáctica que necesitaban los padres para poder ayudar a sus hijos, sobre todo a los más chicos. Brechas presupuestarias, brechas que tienen que ver con el hábitat educativo. Esto de los espacios nos demostró que las escuelas no estaban preparadas”, explicó el Licenciado, en Primera mañana.
“El aspecto de la convivencia, el hecho de no pensarlo, se nota mucho en la ley. Es imperdonable que no esté el tema de la convivencia considerado en una ley. En estos momentos los organismos internacionales, en la última década, dicen que el clima escolar en general y el clima social escolar, que hace a la convivencia, es el factor asociado a calidad educativa más importante. Es imperdonable que no haya una coma dentro del documento”, opinó Castro Santander, Director general del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo y docente de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Respecto de la vuelta a la presencialidad, sostuvo: “Se han hablado muchas cosas razonables, esto de analizar por zona aquellos lugares que lo están pasando mucho más tranquilos que otros. También involucrar a los más desventajados. Si hay una vuelta que estén presentes aquellos que han tenido problemas importantes de conectividad. Esta parte tiene que ver con cuestiones de política, pero dentro de la escuela es muy importante que se vaya trabajando con el proyecto curricular institucional, que tiene que ver con lo que se les va a transmitir a los estudiantes y cómo se los va a evaluar. Menos es más, la priorización de los contenidos; lo importante es repensar absolutamente todos los contenidos que se le dan a los chicos”.
Leé más: La vacuna rusa contra el coronavirus generó anticuerpos en todos sus pacientes
Y agregó: “Cuando estamos bien uno puede pensar a partir de núcleos. En estos momentos hay mucho que compensar para alcanzar todo eso que se perdió. La propuesta es una unidad pedagógica larga. Dentro de este formato, evidentemente hay que priorizar para lograr nuevamente el equilibrio para que el sistema se vaya encaminando y funcione”.
También hizo referencia al debate por la nueva Ley de Educación: “Lo primero es reconocer que necesitamos una ley, eso no es para discutirlo. Hay muchas cosas que aprendimos, cosas que han pasado que evidentemente hay que considerar dentro de una ley. Tampoco estoy de acuerdo en que se hable de una ley para 20 años, es imprudente. Lo más ruidoso fue lo tecnológico, pero hay otros aspectos que se vienen analizando como el tema de las habilidades blandas. Se habla de las habilidades del s.XXI y uno no las encuentra dentro de ese borrador. Hay tantos elementos que hay que meter que son imprescindibles para el mundo y no están, como que hemos pensado en la lengua, la matemática y así nomás en las otras ciencias. Es una gran oportunidad para tener esa mirada mucho más enriquecida de qué es lo que necesita hoy el estudiante para este mundo complejo que tenemos”.
“Soy bastante pesimista, cuando uno analiza todo lo que vienen diciendo del impacto de la pandemia y las conductas humanas, la mayoría coincide en que el ser humano una vez que se restablecen las condiciones de normalidad vuelve a viejos hábitos. Los cambios se producen cuando la misma sociedad reacciona y demanda. La demanda de la sociedad en cuanto a educación es muy pobre. La educación no es significativa para la sociedad argentina, cuando debería serlo”, se lamentó.
“Hasta que no veamos el valor de la educación, no le vamos a poner lo que necesita. El presupuesto educativo es lo que seguimos recortando y debería ser algo así como la expresión numérica de los objetivos educativos, no como ahora que acomodan la plata a lo que tenemos”, añadió.
Y cerró: “Ideas sobran, pero siempre van a estar acomodadas al tamaño que queremos darle a la educación. La tecnología es necesaria, forma parte de este mundo artificial, pero no es lo más importante. Lo más importante sigue siendo la presencialidad”.
Escuchá la entrevista completa de Primera Mañana