A 6 años de la primera marcha contra los abusos a las mujeres, y la exigencia a más respeto, igualdad y derechos, la socióloga e investigadora feminista del CONICET Dora Blanco, contó en Un Día Perfecto sobre qué cambió desde esa primera movilización en 2015 hasta hoy. 

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Blanco comenzó contando que Argentina es uno de los países más avanzados en cuanto derechos de igualdad: “Yo creo que Argentina de este momento está en el mapa de América Latina en el país donde se han incrementado los derechos para las mujeres, para las diversidades, pero sobre todo con la sanción de la Ley de Aborto, con la técnica impecable en su gran calidad, Argentina es el país más robusto en materia de asegurarle derechos a las mujeres y a las diversidades". 

• Dora Blanco

"La pregunta es ¿por qué siguen habiendo femicidios en esa proporción? Creo que se condensa todo en una argumentación que es incontestable. La violencia del sistema patriarcal que pondera una circunstancia aciaga y dolorosa de la humanidad, y es la idea de patrimonialidad del cuerpo femenino", mencionó al ser consultada sobre los ataques a mujeres por parte de sus parejas. 

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En cuanto a los cambios que se han producido a lo largo de estos años, mencionó: “En este momento hemos dado saltos notables. Se presentó algunos meses ese plan nacional contra la violencia, un plan que concentra muchísimas políticas, ente las que está el plan acompañar, para las mujeres que sufren violencia. Desde ya hemos consolidado ese plan de igualdad que vertebra todo el Estado argentino, sobre todo el sistema del poder ejecutivo". 

Y agregó, entusiasta: "Yo creo que estamos en un cambio de época, pero la lucha es todavía enorme, porque para erradicar la consistencia patriarcal, todavía necesitamos una intervención cada vez más urgente en el sistema educativo, acá se trata de prevenir". 

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Además, hizo hincapié en la necesidad de esta prevención, inculcando los motivos en el sistema educativo: "Hay que hacer una modificación de la masa curricular en los diferentes sectores educativos, y una acción muy insistente que refiera a las conductas de la interacción humana. Esto es lo que hay que hacer, nuevas relaciones entre los géneros, nueva perspectiva de acuerdo pedagógico. Eso todavía no lo estamos consiguiendo, y no basta la ESI, porque es un eje central. Necesitamos estas modificaciones rotundas. Esto es lo que tenemos pendiente". 

“Yo creo que estamos cada vez más cerca, pero es tan enorme la tarea hasta conseguir una conciliación en los hogares de Argentina con valores nuevos, valores anti-patriarcales, valores de igualdad, entonces esto es lo que se demora.El Estado puede avanzar muchísimo, pero si la sociedad no acompaña con cambio de actitudes, obviamente tiene un letargo", comentó. 

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Sin embargo, expresó de forma optimista: "Yo creo igual que la ley ayuda a la nueva creación de personas. No dejo de pensar en lo que significó la sanción de Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género, que hizo más fácil hablar libremente acerca de la orientación sexual, porque hay un respaldo desde lo formal, de lo jurídico".

Finalmente, contó la anécdota que la llevó a la convicción que hoy lleva como bandera, la del feminismo: “Yo era una justiciera básica. Todos los empeños por la justicia social era un engranaje en mí. Cuando me tuve que exiliar, a raíz de un femicidio de una joven de alta sociedad del lugar donde yo vivía, que fue ultimada a tiros por su pareja, ahí me cayeron todas las fichas del significado brutal y patriarcal, de la condición secundaria. Eso caló con una profundidad inusitada". 

Escuchá la entrevista de Un Día Perfecto: