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La emocionante historia de Huilén Pascual, la chef mendocina que cocina en el Everest  

También cocina en el Aconcagua. Conocé su historia. 

Viernes, 11 de Junio de 2021

Huilén Pascual es una mendocina que recorre el mundo con una pasión: la cocina. Desde Nepal, país donde se encuentra el Monte Everest, habló en Un Día Perfecto sobre su pasión por la comida, cómo inició en la gastronomía, su paso por Aconcagua y por el Monte Everest


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Como una cronología, la chef mendocina comenzó su relato desde el inicio: "Soy mendocina y estudié en la escuela Islas Malvinas allá en Mendoza. Cuando me recibí me fui a vivir al sur durante un par de años para emprender con algo propio, después volví a Mendoza y trabajé en la montaña, y ahí no me moví más. Entre medio probé muchos estilos, pero cuando encontré el que me llenaba me quedé ahí". 

Además, agregó: "Mi amor por la cocina viene de mi nona. Nosotros somos una familia muy unida que la excusa para reunirnos fue la comida de la nona".

“Para mí llega de una manera bastante sorprendente. Cuando yo iba a la facu nos llamaron para dar una charla, eran unos chicos de una empresa que brinda servicio en la alta montaña, y ese día descubrí un mundo nuevo. No sabía ni que existía. Ellos nos contaron de qué se trataba el trabajo, y abrieron una lista para que se anotaran. Yo me anoté y no quedé", recordó al ser consultada sobre cómo empezó a trabajar en las alturas. 

Sin embargo, comentó que este sueño llegó luego de su regreso a Mendoza: “Después de eso me recibí, me fui a vivir al sur, abrí un negocio, pero me di cuenta que no era lo que quería, así que volví a Mendoza y me contacté con un amigo. Le dije que me consiguiera una entrevista y quedé. Ese fue mi primer año trabajando en Aconcagua. Yo tenía 23 años". 


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“En Aconcagua los días de trabajo son hermosos. Súper cargados. Se trabaja 18 hs por día seguro. Mi trabajo como jefa de cocina es armar el menú, y proveer de todos los nutrientes que nuestros huéspedes necesiten, hasta mantener la cocina en condiciones, armas los pedidos, recibir la mercadería, ordenar el depósito, embalar la mercadería para que baje, preparar cinco comidas por días", detalló sobre su labor en el cerro Aconcagua. 

También se explayó: "Es un trabajo hermoso, pero se comprime porque es por unos meses nada más. Así que no hay mucho tiempo de ocio"


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En cuanto a cómo llegó la oferta de cocinar en el Everest, dijo: “Yo trabajo en una empresa mendocina. Resulta que, en la última temporada, el dueño del servicio donde yo trabajo ahora, viajó y estuvo en Aconcagua, y tomó servicios con nosotros. Subió por otra quebrada donde yo no trabajo, pero quedó muy encantado por como trabajamos, así que pidió recomendaciones y eso me llevó a Nepal, a cocinar en el Everest". 

Dio, además, detalles de lo que se necesita para trabajar en altura, y cómo se vive desde los campamentos de cocina: “El estado físico es fundamental, porque tienes que llegar al lugar de trabajo. En el campo base se cocina a más de 5 mil metros sobre el nivel del mar, así que tenés que caminar 70 metros en subida para llegar. Y en cuanto al idioma, mi inglés es malísimo. Ellos dieron por hecho que yo sabía inglés y no tenía idea. Así que me preparó una profe mendocina con un plan súper intensivo, en un mes, y me fui allá". 

“Trabajan varias empresas, y hay empresas que tienen guías argentinos. En nuestra empresa hay un guía argentino, pero no estaba en el Everest. En mi equipo era la única argentina", comentó la mendocina. Además, dio un detalle sobre su día a día: “En Aconcagua se laburan cuatro meses, pero acá se trabaja un mes y medio. Me quedo en el campamento. No podés bajar". 

En cuanto a su especialidad, que es la cocina y los menús, dijo: “Yo a la hora de diagramar el menú tengo en cuenta el requerimiento nutricional que necesitan las personas que están allá arriba, y más si van a empezar a subir. Después lo voy variando, dependiendo de aportar que nutrientes en qué cantidad y a qué hora. Intenté haciendo un menú sofisticado, pero descubrí que a la gente le gusta la comida de la abuela". 


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Finalmente, habló sobre un proyecto que podría cambiar la forma de cocinar: “Este año vamos a poner en marcha un proyecto que se viene gestando hace bastante tiempo en mi cabeza, ya tengo a mi equipo y dos empresas que me bancan. Se llama Cocina de Alta Montaña, que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental que genera la cocina en altura, y brindar un servicio de excelente nivel que aporte a la integridad del deportista y de la gente que trabaja allá arriba". 

"Lo vamos a poner en marcha y lo vamos a probar en Everest el año que viene, y esperemos que este año lo podamos hacer en Aconcagua. Es un desafío enorme, porque es un cambio de paradigma en la industria, y para mi es súper importante aportar algo al medio que tanto nos ha dado. Es un proyecto de difusión mundial. Me veo capacitado a personas para que lo puedan implementar en otras montañas, porque es fundamental aportar al medio ambiente", agregó. 

Escuchá la entrevista de Un Día Perfecto: