El periodista y escritor habló de la importancia de la lengua española, y cuáles son las desventajas del nuevo lenguaje inclusivo.
La polémica se levantó en Mendoza cuando el legislador provincial Gustavo Cairo llevó al recinto un proyecto de Ley para evitar el lenguaje inclusivo en los documentos oficiales de los tres poderes y en las escuelas. Por lo que se puso en tela de juicio nuevamente el tema ¿Es bueno el lenguaje inclusivo?
Esta pregunta la respondió el periodista Sergio Sinay, en Un Día Perfecto: "Desde Cervantes en adelante, el lenguaje español ha demostrado toda su riqueza y nos ha incluido siempre a todos".
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Al ser consultado por los pro y contras de esta nueva modalidad del habla, respondió: “De bueno para mí no tiene nada. De hecho, creo que no es un lenguaje, sino una jerga, que es un recorte del lenguaje para hacer un código cerrado que usan diferentes sectas. Esas sectas son de diferentes tipos, desde religiosas hasta científicas".
Y añadió: "El lenguaje ha permitido que las personas, independientemente de su sexo, puedan expresarse. Tiene forma de ser expresivo y nadie se equivoca. Porque si vamos a empezar a sospechar de las letras y decir que todo lo que tiene una O es patriarcal y opresivo, ¿cómo hablamos?".
Además, arremetió contra la principal fundamentación de esta forma de hablar, que es justamente que no discrimine a nadie: "Esta jerga que se dice inclusiva, es exclusiva, porque deja afuera letras, palabras, personas que no hablan así, además de ser un lenguaje autoritario, porque se quiere imponer".
"En general la lengua es muy flexible y se va adaptando a los usos, en la medida en que esos usos se hacen mayoritarios por una necesidad también mayoritaria de los hablantes, pero acá se hace al revés, se quiere imponer la lengua para que la gente hable así", expresó.
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Por otro lado, advirtió que muchas personas en desacuerdo se callan por temor: “Me parece que tenemos que cortarla con esto. Porque además no se puede estar en contra, porque este autoritarismo de “pensamiento correcto” hace que las personas que no lo comparten, se callen por miedo a la cancelación".
También, amplió: “Lo que hace es crear una nueva grieta, en un país donde no necesitamos dividirnos más. Necesitamos crear campos de cooperación y esto no ayuda".
“Las personas que no se sienten identificadas con el todos y todas, no tienen un problema de lenguaje, sino un problema de identidad. Cuando resuelvan su problema de identidad, el lenguaje se adapta, pero no al revés. Primero hay que arreglar los problemas reales, pero es más fácil dictar leyes en la comodidad del sillón", comentó.
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Fue tajante y añadió: “El problema de incluirlos no está en el lenguaje. Está en otro lado. El lenguaje es flexible y se va adaptando. No se empieza por el lenguaje porque es autoritario. Hay que trabajar en la equidad dentro de la sociedad, no por el lenguaje, porque es pereza mental pensar que, si cambio el lenguaje, cambio la realidad. No funciona así. Y desde el lenguaje no se cambia la inequidad social, la corrupción, ni el hambre, sino trabajando cooperativamente".
Finalmente, opinó sobre la importancia de este debate en la sociedad: “A mí me parece que el lenguaje no se debate en la sociedad. Hay gente preocupada porque perdió el trabajo, porque perdió un familiar, por el coronavirus, o porque no llega a fin de mes. Las personas que se preocupan por el lenguaje son estas sectas. No soy futurólogo, pero creo que es una moda, como otras modas"
Escuchá la entrevista de Un Día Perfecto: