El humorista hizo declaraciones en los medios, al salir de la comisaría y le quitó peso a las acusaciones en su contra.
Cacho Garay ya goza de su libertad, luego de estar detenido en un calabozo de la Comisaría 11 de Luján de Cuyo por una denuncia de violencia de género y amenazas, por parte de su esposa Verónica Macías.
En la tarde del jueves se le otorgó la libertad, luego de pagar una fianza de 1 millón de pesos y habló con los medios de comunicación.
“Se me denuncia por una supuesta amenaza y eso es todo. En cuanto a lo que sigue a eso, piden un allanamiento y yo vivo en una casa colonial donde hay todo tipo de antigüedades”, dijo en diálogo con medios nacionales.
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Garay admitió que en su casa habían varias armas antiguas como arcabuces, “fusiles que datan del 1700 y otro del 1800 de caballería” que funcionaba con baquetas.
“Entre esos habían dos escopetas viejas, muy muy viejas. Cuando las peritan jamás nos imaginamos que funcionaban. No sé manipular armas pero como adornos si las tengo”, dijo sobre los elementos que le secuestraron en su domicilio.
Respecto de la denuncia en su contra, el cómico que supo trascender en la pantalla de ShowMatch recalcó: “Todo lo que se dijo tendrá que ser probado, estoy muy tranquilo”, afirmó. Sobre la orden de prohibición que pidió su ex esposa, él aseguró que es “mutuo”.