Situaciones complejas si las hay, y una de ellas son las relaciones humanas afectivas. Muchas veces no nos sentimos cómodos con algún familiar, o quizás perdimos el feeling con un amigo, o ya no nos atrae visitar a los parientes.

Desde pequeños nos indican que la familia es lo primero, que el amor es para siempre y que los amigos pueden durar toda la vida, pero eso puede cambiar con el tiempo, y forzar un vínculo puede traer algunos problemas en nuestro bienestar.

"Los lazos familiares no determinan los lazos afectivos, y viene por un mandato social, donde nos dicen que la familia es lo primero, y tenés que hacer ciertas cosas porque es tu lugar en la familia. El amor y el respeto se construyen, no es algo con lo que nacemos", explicó la licenciada en psicología, Jessica Estalella, en Aurora 91.3.

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Los lazos familiares se sostienen muchas veces en contra de la voluntad personal, ya que es lo que socialmente se espera, pero que "podemos empezar a correr". 

"Estamos en una época donde hay muchísimos cambios favorables, y los más grandes pueden lograr este. Qué bueno que uno pueda decir que no quiere que cierta persona venga a una fiesta o momento importante. A veces creemos que tenemos que dar una gran justificación, pero hay que decir las cosas más sencillas", explicó la profesional. 

El motivo es simple: si la persona no es cercana, no es parte de la vida, y no suma que esté en momentos significativos de la vida. La misión es correrse de la frase “el otro se va a ofender”.

Por otra parte la psicóloga se refirió a los sueños frustrados de los padres que lo plasman en los hijos, principalmente con el tema de las profesiones, donde obligan a los hijos a seguir un camino que no eligió, lo que calificó como algo que "afecta nuestra calidad de vida". 

"Hay que correrse de ese ideal. Eso es una resonancia interna, como me siento yo, en el lugar, con las personas, con las carreras. Hay que plantear nuestras diferencias, nuestros deseos, y construir el camino del bienestar", agregó. 

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Dentro de las relaciones de amistades existe un compromiso con el otro, por más que ya no sienta que la relación sea igual, por lo que hay que cambiar el “está bien” o “está mal” al “me siento bien” o “me siento mal”. Según explica la profesional, como las personas cambian, como cambian los gustos, también pueden cambiar las relaciones sociales, por lo que se queda solamente quienes acompañan el proceso de cambio, y lo comparten. 

“Hay que preguntarse "¿por qué estoy sosteniendo esta relación?". Si tiene una función en tu vida, vas a entender por qué sostenes esa relación, ya sea de amistad o familiar, si no, no tiene sentido seguir", culminó. 

Podés encontrar a Jessica Estalella a través de Instagram: @lic.jessicaestalella

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