La psicóloga Jessica Estalella explica de qué forma llegar con menos cansancio a fin de año.
Llega fin de año y con él un balance de todo lo ocurrido durante los doce meses anteriores, donde se le dio la bienvenida al año que se transita.
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Sin embargo, muchas personas llegan cansadas y agotadas de todo lo pasado en el año y desean que finalice. Pero, ¿qué cambia con el comienzo del nuevo año? La licenciada en psicología, Jessica Estalella, explicó por qué no es beneficioso hacer balances y cómo evitar ese estrés de fin de año.
"Estamos agotados cuando ya no tenemos recursos suficientes para enfrentar las demandas externas e internas, como cumplir con el trabajo, las demandas sentimentales con la familia, las responsabilidades del hogar, ni tampoco las demandas internas como las emociones, necesidades físicas, la escucha del cuerpo y demás", detalló la profesional en Aurora 91.3.
Algunos de los síntomas para detectar ese cansancio que se da con frecuencia en los últimos meses del año son:
Entonces, ¿cómo evitarlo? "Frenar y quedarnos un segundito porque el mundo no se acaba en noviembre o en diciembre de cada año. Es simplemente parte de un ciclo. La gente se vuelve muy loca en este tiempo y quiere hacer todo en dos meses cuando es algo para hacer en toda la vida. No hay que ir tan apurado. En qué te ayuda saber que termina el año", agregó.
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Usualmente, las personas pensamos que, cuando se termina el año, se termina un ciclo y después comienza uno nuevo, cuando en realidad "la vida sigue en enero". "La idea es que momento a momento hagamos un balance de lo que nos está pasando, de lo que no queremos sostener, de cómo trabajar en el autocuidado. Un balance de cómo vivir en cada uno de los momentos. Qué hacemos para sentirnos bien. Qué hago hoy por mí", destacó la profesional.
Es por eso que el agotamiento se produce a finales de año. Hacer un balance en periodos más cortos hace que no sintamos agotamiento en ningún momento, según alega.
En tanto, este cansancio en los niños se manifiesta en la conducta disruptiva, mientras que los adolescentes se retraen y se hunden en su propio mundo.
"Los balances está bueno hacerlos por periodos, no en un año, y ponerse metas para un ciclo, no como un año. Nos ordenan y nos ayudan a planificar, pero no se puede hacer un balance en un año, porque es un montón. Quizás se puede hacer cada dos o tres meses", culminó.
Podés encontrar a Jessica Estalella en Instagram: @lic.jessicaestalella
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