Ideal para una comida especial sin pasar horas en la cocina, este pollo relleno combina un interior cremoso con una cocción simple al horno y un resultado que siempre queda bien.
El pollo relleno es una de esas recetas que parecen complejas, pero que en realidad se resuelven con pocos ingredientes y pasos claros. En esta versión, el relleno de espinaca y queso aporta humedad y sabor, logrando un plato atractivo, rendidor y perfecto para salir de lo cotidiano sin complicarse.
Ingredientes (para 3-4 porciones)
Hilo de cocina o palillos
1 pollo entero deshuesado o 2 pechugas grandes abiertas tipo mariposa
1 atado de espinaca fresca
200 g de queso cremoso o mozzarella
1 diente de ajo
2 cucharadas de aceite
Sal y pimienta
Pimentón y nuez moscada (opcional)
Preparación
Primero, lavá bien la espinaca y cocinala apenas en una sartén con un chorrito de aceite y el ajo picado, solo hasta que se reduzca. Escurrila bien y picála groseramente. Mezclala con el queso cortado en cubos pequeños y condimentá con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
Salpimentá el pollo y colocá el relleno en el centro. Enrollá o cerrá con cuidado y sujetá con hilo de cocina o palillos para que no se abra durante la cocción.
Colocá el pollo en una fuente para horno, pincelalo con aceite y espolvoreá con pimentón. Cociná en horno precalentado a 180 °C durante 45 a 50 minutos, dándolo vuelta a mitad de cocción. Para un dorado final, podés subir la temperatura los últimos 10 minutos.
Dejá reposar unos minutos antes de cortar para que el relleno se asiente y las porciones salgan prolijas.
Este pollo relleno con espinaca y queso demuestra que no hace falta complicarse para lograr un plato elegante y sabroso. Con ingredientes simples y una preparación accesible, es una excelente opción para una comida especial, un almuerzo de domingo o una cena distinta.