El fuerte volumen de compra institucional y leyes clave en Estados Unidos empujan el precio y los expertos identificaron resistencias y soportes.
Bitcoin el lunes alcanzó un nuevo récord histórico al cotizar brevemente por encima de los u$s123.000. Este suceso dejó claro que los inversores institucionales y los factores macroeconómicos están más presentes que nunca.
La capitalización de mercado de Bitcoin ya superó los u$s2,4 billones, convirtiéndose así en el quinto activo más valioso del mundo, desplazando a gigantes como Amazon y Alphabet, y acercándose rápidamente al gigante Apple.
El rally reciente encuentra respaldo en diversos factores, desde la euforia institucional hasta acontecimientos regulatorios clave en Estados Unidos, país que inició la denominada Crypto Week, una semana en la que el Congreso debatirá tres leyes que pueden redefinir la industria cripto.
Carolina Gama, country manager de Bitget en Argentina, afirma que la suba está impulsada por "el optimismo en torno a los avances regulatorios en Estados Unidos".
"Observando el gráfico en el corto plazo, Bitcoin tiende a consolidarse entre los u$s120.000 y u$s130.000, con un fuerte impulso alcista", considera.
Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, afirma que "el ecosistema cripto sigue creciendo, con cada vez más empresas y proyectos vinculados al sector, lo que refuerza la posición de Bitcoin como activo principal de inversión a mediano y largo plazo".
"En un contexto de incertidumbre macro y desaceleración en el impulso de las altcoins, Bitcoin se reafirma como reserva de valor y activo de cobertura", dice Karina Caudillo, Regional Manager OKX.
"Julio será un mes clave, pero Bitcoin está mostrando que está diseñado para este tipo de escenarios", agrega. Es que los legisladores norteamericanos analizan tres proyectos fundamentales:
El movimiento alcista se potencia por la acumulación institucional que no da señales de frenarse.
Las compras vía fondos cotizados (ETF) al contado representaron más de u$s1.000 millones solo la última semana, marcando una racha histórica que elevó la cotización de la criptomoneda líder.
Para Sebastián Serrano, CEO de Ripio, "la compra institucional de Bitcoin como forma de reserva estratégica también creció fuerte, con la firma del presidente Donald Trump de una orden ejecutiva para crear una para Estados Unidos. De alguna forma funciona como la "cereza sobre la crema" de este semestre".
Para Carolina Gama, country manager de Bitget en Argentina, "si Bitcoin supera la resistencia de los u$s130.000, hay potencial para alcanzar niveles entre u$s135.000 y u$s140.000, impulsado por factores macroeconómicos, flujo institucional y avances regulatorios".
Para quienes quieren entrar "barato", remarca que "una corrección puede encontrar un soporte sólido entre los u$s115.000 y u$s111.800, zonas de fuerte interés comprador".
El sentimiento del mercado se mantiene en "codicia" lo que puede aumentar la volatilidad y exigir cautela en entradas a corto plazo.
En este sentido, el índice de fuerza relativa (RSI) está elevado y sugiere atención ante posibles correcciones. Sin embargo, el panorama estructural sigue siendo favorable, con soportes bien definidos y resistencias que, de romperse, pueden llevar a nuevos máximos históricos.
Para el analista Iván Bolé, "no estaba previsto que Bitcoin no hiciera una corrección "en toda regla". Esta corrección fue demasiado justa, exigua, pequeña. Se acerca el techo superior y, si no hay reacción antes, llegará recién ahí".
Bolé pide "holdear con cuidado y prepararse para tomar ganancias o ya no tomarlas este año", anticipando que cualquier baja será pequeña.
"El volumen operado de Bitcoin creció 280% frente al día anterior.Del total, 80% correspondió a ventas: un comportamiento esperado en momentos de toma de ganancias y alta volatilidad", detalla a iProUP Maximiliano Raimondi, CFO de Lemon.
"De ese volumen de ventas e intercambios de BTC, un 48% fue convertido a criptomonedas estables (USDT, USDC, DAI), mientras que solo 32% se cambió a pesos argentinos", agrega.
Raimondi argumenta que "este dato sugiere que una parte significativa de los usuarios decidió mantenerse dentro del ecosistema cripto, probablemente esperando una corrección o una nueva oportunidad de entrada, mientras que el resto lo vendió a pesos".
"Más allá de la volatilidad coyuntural, se percibe un cambio estructural en la forma en que las personas de a pie se vinculan con Bitcoin como reserva de valor a largo plazo", concluye.