Andrea Stella cuestionó la legalidad del reemplazo de la unidad de potencia del neerlandés en Brasil y puso en duda si el gasto respeta el límite presupuestario impuesto por la FIA.
El Gran Premio de Brasil dejó una polémica inesperada que sacudió a la Fórmula 1. McLaren denunció a Red Bull por el cambio de motor realizado en el auto de Max Verstappen, poniendo bajo la lupa no solo la decisión técnica, sino también su posible impacto en el tope financiero que regula la competencia. Andrea Stella, jefe del equipo británico, fue quien levantó la voz y señaló que la maniobra podría haber otorgado una ventaja deportiva encubierta.
El conflicto comenzó cuando Verstappen quedó eliminado en la Q1, obligado a largar desde el puesto 16. Ante ese escenario, Red Bull decidió reemplazar por completo la unidad de potencia Honda y modificar la configuración del RB21, aprovechando que, al salir desde boxes, el auto dejaba de estar bajo el régimen de parque cerrado.
La jugada funcionó: el tricampeón remontó posiciones hasta finalizar tercero, detrás de Lando Norris y Kimi Antonelli. "Estos motores no muestran deterioro significativo con el kilometraje, así que cambiarlo en esas condiciones no parece lógico", advirtió Stella, quien remarcó que la decisión genera "dudas reglamentarias y financieras".
Sin embargo, la denuncia de McLaren revive un tema sensible: en 2022, Red Bull fue sancionado por exceder el presupuesto permitido, lo que genera suspicacias sobre su actual manejo económico. Desde el equipo austríaco aseguran que el cambio fue "estratégico y conforme a las normas", pero las declaraciones de Stella podrían abrir una investigación formal por parte de la FIA.
En un campeonato donde cada detalle técnico puede definir una carrera, la transparencia financiera vuelve a estar en el centro del debate. El caso promete seguir generando repercusiones, especialmente si se confirma que la operación implicó costos no declarados. McLaren, por su parte, busca que la Federación tome cartas en el asunto. El duelo entre ambos equipos, dentro y fuera de la pista, suma así un nuevo capítulo de alta tensión en la Fórmula 1.