La calma del tipo de cambio minorista contrasta con la alta tensión en los mercados paralelos, donde el Contado con Liquidación (CCL) superó los $1.660, impulsado por la fuerte demanda de cobertura preelectoral.
A solo dos ruedas de las elecciones legislativas, el mercado cambiario cerró este miércoles con un panorama de señales mixtas y alta volatilidad. Si bien el dólar oficial, reflejado en la cotización del Banco Nación, se mantuvo estable en $1.515, el resto de las cotizaciones reflejó la incertidumbre. El dólar blue, termómetro de la calle, volvió a subir hasta los $1.550. No obstante, la gran novedad fue la baja del mayorista, que cortó una racha alcista de seis jornadas, finalizando en $1.489.
A pesar de la leve caída del mayorista, que se ubicó a solo $3 del techo de la banda de flotación, la verdadera presión se observó en las cotizaciones libres. El Contado con Liquidación (CCL) fue el que más sintió la demanda de cobertura, disparándose un 2,9% para tocar los $1.660,67, su nuevo récord. Por su parte, el Dólar MEP cerró en $1.589.
En el frente oficial, aunque la cotización base se mantuvo quieta, el dólar tarjeta marcó un nuevo máximo histórico al rozar los $2.000, incluyendo el 30% de recargo en concepto de Ganancias. Esta suba se da en un contexto de creciente demanda de divisas, motorizada tanto por empresas que buscan adelantar importaciones como por particulares que buscan resguardo financiero.
Ante la inquietud del mercado por la cercanía electoral, el ministro de Economía, Luis Caputo, salió a reafirmar que, sin importar el resultado de los comicios, el esquema cambiario de bandas que rige actualmente se mantendrá sin modificaciones. Este escenario de ambivalencia refleja la cautela con la que los inversores, tanto en Mendoza como a nivel nacional, esperan la definición de las urnas.