Tan Biónica y tuvo “La última noche mágica” con su gira despedida para protagonizar un esperado reencuentro con el público mendocino en el Teatro Griego Juan Pablo II de la ciudad de San Martín, ante más de 10 mil espectadores.

Lee más: La Mona Jiménez vuelve a Mendoza: dónde comprar las entradas

Después de pasar por Buenos Aires, Uruguay, Paraguay llegaron hasta Mendoza, último destino de Argentina.

“Hola Mendoza” saludó el cantante y desde ahí planteó una fiesta para todos que inició con el contagioso tema “Hola mi vida” con un Chano visiblemente emocionado.

Por el repertorio pasaron hits como “Ella”, “Beautiful”, “Loca”, “Ciudad Mágica”, “Mis Noches de Enero”, entre otros.

También hubo momentos de intimidad y charla entre Bambi y los seguidores: “¡Qué noche hermosa Mendoza! Hemos venido durante muchos años a esta provincia que por primera vez tocamos en la Nave Cultural, después vinimos al Bustelo, al Arena Maipú; tocamos en un montón de lugares. Siempre nos ha dado un cariño que no nos va a alcanzar la vida para agradecerles. El concepto de este concierto es el amor entre nosotros como compañeros, pero fundamentalmente el amor que les queremos devolver por tantos años de bancar nuestras canciones”, expresó Bambi.

Después le hizo una gran presentación a su hermano: “Un día vino un compañero, capitán de este barco, me llamó y me dijo: ¿Estás para hacer “La última noche mágica?”.

Ahí apareció un Chano ovacionado: “Te quería contar algo que no les dije. Ese llamado que te hice para hacer ‘La última noche mágica’ tenía un solo motivo que no era la plata, ni el público. Era estar cerca tuyo y tocar de nuevo juntos”, completó la voz de Tan Biónica entre lágrimas y fundido entre los brazos de su hermano.

El show 20 canciones de un repertorio sin errores en un escenario impecable, con calidad de sonido, iluminación acertada, despliegue de arte visual e imágenes en vivo para construir un concierto desde la espectacularidad con una perfomance brillante del cantante junto a su banda perfectamente sincronizada y acompañada por el público que también se convierte en protagonista.

La retirada quedó signada por “La Melodía de Dios”, un clásico que refuerza el carácter escénico y la emoción de sus fans. El abrazo final entre los cuatro, rodeados de el calor local, el estallido de fuegos artificiales y papelitos volando por el aire fue la mejor postal que quedará grabada en la historia del rock pop de la Argentina.