El alemán Adolfo Alexander instaló el primer estudio fotográfico en la provincia. También se dedicó a enseñar el procedimiento.
En el año 1824, el científico francés Nicéphore Niepce obtuvo las primeras imágenes fotográficas, inéditas. Desde ese entonces, la fotografía comenzó a evolucionar y a expandirse a lo largo y lo ancho del planeta.
En su sección “Mendoza secreta”, el historiador Víctor González Vásquez contó cómo fue que llegó la fotografía a la provincia de Mendoza.
“Las primeras fotografías las toma Niépce, en Francia. Había que esperar muchísimo que se fijara la imagen. Después comenzó a avanzar el proceso de la fotografía sobre distintos soportes”, relató en Aurora 91.3.
Y recordó: “La fotografía que le toman a San Martín es un daguerrotipo que no se sabe el estudio, pero posiblemente hayan sido dos amigos de la hija de San Martín. No se sentía cómodo para los retratos. Fue por un ruego de su hija que concurrió al estudio fotográfico”.
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“La fotografía llega a Mendoza de la mano del alemán Adolfo Alexander, que es un fotógrafo que se había convertido en experto en minas. Llega en 1850 a Valparaíso, está cinco años en Chile y en 1855 decide cruzar la cordillera y establecerse en Mendoza”, señaló en Aurora de tarde.
Además, sostuvo: “Gracias a los avisos que publica en el Diario Constitucional (Mendoza en esa época estaba siendo gobernada por Pascual Segura, un gobernador muy progresista) podemos saber que su estudio lo tenía en la actual calle Chacabuco, a una cuadra de la Alameda, fue el primer estudio fotográfico de Mendoza”.
“Estando en Mendoza recibe un encargo del Gobernador para tomar fotografías, en el método del daguerrotipo, de determinados lugares de interés. Y toma fotos de lo que le parece mucho más llamativo para ofrecerlo al público extranjero”, detalló y aseguró que “el procedimiento era caro, sólo reservado para la aristocracia local”.
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“Alexander también se va a dedicar a enseñar el procedimiento. También vendía insumos de esta clase, le llegaban de Valparaíso”, agregó. El alemán se casó con una mendocina en 1857 y vivió en la provincia hasta 1860.
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