El hecho se originó por una pelea familiar en el barrio San Martín. Con la llegada de un patrullero comenzó una lluvia de piedras y objetos que derivaron en la destrucción del móvil y un oficial en el hospital.
Una tarde de furia se vivió en el interior del barrio San Martín durante la tarde del sábado. Todo empezó a las 20, con una fuerte pelea en una casa de ese barrio, por lo que se hizo presente un móvil policial con agentes de la Comisaría 33°.
Ante la llegada del coche, un grupo de vecinos comenzó a arrojar piedras y ladrillos, los cuales impactaron en el parabrisas. Esto hizo que uno de los agentes sufriera traumatismo en el ojo derecho a la altura del pómulo, y traumatismo en un tobillo.
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Si bien se pudo detener a uno de los agresores (un hombre de 36 años), el móvil policial terminó con rotura total del parabrisas. Por esto, quedará fuera de servicio hasta que pueda ser reparado.
En el hecho interviene la Fiscalía 2°, de la Comisaría 6°.