La directora de educación secundaria de la UNCuyo mencionó que "se debe trabajar a la inversa" para poder abordar el tema de salud emocional.
En la mañana del jueves, una estudiante de 14 años cayó del segundo piso del edificio del Departamento de Aplicación Docente.
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Desde la institución decidieron no suspender las actividades por lo sucedido y activar el protocolo necesario para que la estudiante quedara fuera de peligro. Sin embargo, el resto de los alumnos reclamaron la suspensión e hicieron una sentada este viernes en la mañana.
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En tanto, la directora de educación secundaria de la UNCuyo (entidad de la que depende el colegio), Ana Barroso, expresó en Aurora 91.3 que, en realidad, era necesario mantener el establecimiento abierto para "afrontar la situación".
"De nuestro lugar estamos convencidos de que, lejos de cerrar una institución, estamos convencidos de que estas situaciones hay que afrontarlas. La escuela es un lugar donde además venimos a trabajar nuestras emociones, un espacio de interacción, un espacio de escucha", comentó la referente educativa.
Por otra parte detalló que "la de ayer no fue una jornada que se trabajó ninguna disciplina académica", pero que se mantuvo abierta porque "es un espacio que se reclamó por la pandemia".
Otra de las razones, según argumenta, es que en el horario que sucede ya había estudiantes que estaban viniendo al colegio, entonces "no alcanzábamos a decirles que las clases se suspendían".
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Además mencionó que la institución "cuenta con diferentes dispositivos y profesionales en el servicio de orientación", pero que, tras el episodio, se trabajará en nuevas líneas de prevención.
Finalmente comentó que los estudiantes tienen su propio mecanismo de comunicación y le hacen llegar al colegio sus pensamientos y reclamos.
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