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Vacaciones 2026: Mendoza congela tarifas de invierno para salvar el verano ante baja demanda turística

La cautela económica no solo impacta en el volumen de reservas, sino también en la modalidad de viaje elegida por los turistas. 

Jueves, 2 de Octubre de 2025

 A poco más de dos meses del inicio formal de la temporada de Verano 2026, el panorama turístico en la provincia se muestra complejo y marcado por una fuerte incertidumbre. Operadores locales reportan un mercado casi frenado, con un nivel de consultas y reservas anticipadas notablemente bajo, lo que obligó al sector a tomar una decisión estratégica drástica: mantener las tarifas de la temporada de invierno.

Esta medida busca evitar una mayor retracción en el consumo y dar un incentivo claro a los viajeros, que hoy priorizan la cautela antes de comprometer gastos vacacionales.

Estrategia de precios: el invierno no se va

Lejos de los años de alta anticipación donde las reservas se cerraban con meses de antelación, hoy la dinámica de consumo ha cambiado drásticamente.

Fernando Perera, miembro de la Asociación Turística de Potrerillos, confirmó el sombrío diagnóstico a este medio: "No creo que los valores vayan a aumentar durante el Verano 2026 porque no hay mucha demanda". La baja demanda respecto a años anteriores en esta misma época es el factor clave que impulsa la decisión de congelar los precios.

Actualmente, las referencias de precios de cabañas en puntos clave de la provincia se mantienen sin el aumento estacional que habitualmente rige para el verano:

Potrerillos: Los valores se ubican desde los $80.000 hasta los $200.000 por noche, dependiendo de las comodidades y la ubicación.

San Rafael: Se espera que el sur provincial implemente una modalidad similar, con valores probables que oscilarán entre los $90.000 y los $200.000, aproximadamente.

Estadías cortas y reservas "día a día"

La cautela económica no solo impacta en el volumen de reservas, sino también en la modalidad de viaje elegida por los turistas. Los operadores advierten que la tendencia de las estadías prolongadas ha quedado atrás.

Hoy se esperan visitas de 3 a 4 días como máximo, ya que el turista receptivo prefiere viajar varias veces al año a diferentes locaciones con un tiempo de permanencia reducido en cada destino.

La dinámica de reserva se prevé de tipo "día a día", eliminando la antelación de otros años. Las pocas consultas que ingresan provienen mayormente de visitantes de Buenos Aires, un mercado tradicionalmente fuerte para la provincia. El desafío del sector ahora es convertir esta baja inicial en un flujo constante de visitantes de último momento, apoyado en la estabilidad de las tarifas.