El termómetro en San Martín y San Rafael anticipó el verano con máximas de 35 grados, obligando a los mendocinos a modificar sus hábitos de consumo. El helado, el café frío y la cerveza son los favoritos para sobrellevar el calor.
La provincia de Mendoza vive un intenso adelanto del verano, con temperaturas que ya se sienten sofocantes y que se mantendrán elevadas al menos hasta el jueves. Este martes, el calor alcanzó picos históricos para la época, ubicando a dos departamentos entre los más cálidos del país:
San Martín llegó a los 35 grados, mientras que San Rafael registró 34 grados. Estas cifras confirman que la temporada estival se anticipó, forzando a los mendocinos a buscar rápidamente estrategias de supervivencia ante el sol que castiga por las tardes.
Este repentino cambio de estación ha impactado directamente en las costumbres diarias. El horario de la siesta se ha vuelto "complicado" de tolerar, lo que lleva a la población a evitar salir y a optar por el delivery o realizar sus actividades cuando el sol es más suave. Este fenómeno genera una reconfiguración en el centro mendocino, donde los comerciantes reportan una "ruptura en la línea del horario de la tarde y la noche", ya que las horas de mayor actividad se retrasan considerablemente.
El patrón de consumo refleja claramente esta necesidad de refrescarse. El helado, el café frío y la cerveza son los favoritos para combatir la ola de calor. En cafeterías como Una Pausita Mendocina, su moza Hannah Mad confirma la tendencia: "El café frío un producto que ingresó hace un par de años y actualmente tiene variaciones que convierten en más atractivo”. También notó que, en sintonía con el retraso comercial, "la gente empieza a salir más tarde, cuando el calor empieza a bajar un poco."
Donde el impacto es más evidente es en las heladerías. Norberto, trabajador de la heladería y cafetería Reggi, asegura que "terminamos vendiendo helado todos los días" y revela que en los días de máxima temperatura, el $90\%$ de los pedidos a domicilio son exclusivamente de este producto. El mendocino, al parecer, ya se resignó a convivir con el calor, haciendo del helado no solo un gusto, sino una herramienta esencial para sobrellevar este anticipo de verano.