De cara a las fiestas de fin de año, la Provincia refuerza su política vial con una campaña que apunta a desactivar la idea de "zafar" y visibiliza las sanciones inmediatas y costosas que implica conducir alcoholizado.
En el marco de los festejos de fin de año, el Gobierno de Mendoza lanzó una nueva campaña de prevención de alcohol al volante que propone un cambio de enfoque en la comunicación vial: ya no apelar únicamente al miedo o al riesgo, sino exponer con claridad las consecuencias concretas, inmediatas e inevitables de manejar después de consumir alcohol.
La iniciativa parte de un diagnóstico claro: hoy la conciencia vial se construye desde lo tangible. Multas elevadas, secuestro del vehículo, retención del carnet, antecedentes contravencionales y detenciones son las variables que generan un impacto real en la conducta. En ese sentido, la campaña busca hablar el idioma de la actualidad y dejar en evidencia la incoherencia de una decisión que siempre termina en pérdida.
Bajo el concepto "Perdedores", la campaña plantea que quien toma y maneja pierde en todos los planos: libertad, tiempo, dinero, el vehículo y el respeto social. No se trata de una cuestión de azar ni de suerte, sino de una consecuencia directa de la conducta. El mensaje es simple y contundente: manejar después de beber es elegir perder
Como eje visual y simbólico, la campaña incorpora el "Perdedómetro", una versión irónica del alcoholímetro que, en lugar de medir el nivel de alcohol en sangre, expone todo lo que se pierde al combinar alcohol y volante. Plata, carnet, auto, libertad e incluso la vida aparecen como el resultado final de una decisión evitable. El recurso busca generar impacto inmediato y convertirse en un ícono reconocible en piezas gráficas, vía pública y contenidos digitales.