La justicia mendocina otorgó la libertad a un hombre de 31 años que había sido extraditado desde España en octubre pasado, acusado de dos hechos de abuso sexual con acceso carnal contra su cuñada. La medida se tomó durante la audiencia de prisión preventiva solicitada por el fiscal Darío Nora. La jueza Eleonora Arenas hizo lugar al planteo de la defensa, argumentando que no existen riesgos procesales que justifiquen que el imputado permanezca en prisión mientras avanza la investigación por los hechos ocurridos en Guaymallén.

Los fundamentos de la libertad y las medidas de restricción

Para la magistrada, el hecho de que el acusado viviera siete años en España no configura un peligro de fuga actual. Los abogados defensores destacaron que, una vez notificado del pedido de captura internacional de Interpol, el hombre renunció voluntariamente al juicio de extradición en Madrid para someterse al proceso en Argentina. Además, se valoró que el imputado no cuenta con antecedentes penales previos, lo que inclinó la balanza a favor de su excarcelación bajo condiciones estrictas.

A pesar de recuperar la libertad, el acusado deberá cumplir con una serie de reglas de conducta para garantizar su permanencia en la provincia. La jueza ordenó la entrega inmediata de su pasaporte a la fiscalía y le prohibió salir del país o de Mendoza sin una autorización judicial expresa. Asimismo, se le dictó una prohibición de acercamiento y contacto hacia la denunciante para resguardar la integridad de la víctima durante el proceso.

El caso se remonta al año 2018, con dos denuncias por hechos ocurridos en viviendas de Dorrego y Bermejo. Según la acusación, el hombre habría aprovechado situaciones de cercanía familiar para violentar a la mujer bajo amenazas. En uno de los episodios relatados, el agresor habría intimidado a la víctima con contarle a su pareja que los encuentros eran consentidos para provocar una ruptura matrimonial, lo que llevó a la joven a buscar auxilio en una amiga y radicar la denuncia.

Tras las denuncias, el hombre se radicó en la capital española, donde fue localizado y detenido en mayo de este año. Luego de un proceso administrativo entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y las autoridades europeas, una comitiva de la Policía Federal lo custodió de regreso al país el pasado 17 de octubre. Desde entonces permanecía detenido, hasta que la justicia consideró que puede esperar el debate oral en libertad.

La causa, calificada como abuso sexual agravado, continuará su curso con la recolección de pruebas y testimonios. La querella y la fiscalía mantienen la hipótesis de la culpabilidad basada en el relato de la víctima, mientras que la defensa sostiene que el comportamiento del acusado al regresar voluntariamente demuestra su intención de aclarar su situación frente a la ley argentina.