Pfizer y los nuevos desafíos para distribuir la vacuna
Las bajas temperaturas necesarias para mantener las dosis en condiciones es un tema a resolver por la logística, especialmente en zonas rurales y países menos desarrollados.
Miercoles, 11 de Noviembre de 2020
La vacuna está basada en una tecnología innovadora, que consiste en inyectar en el organismo instrucciones genéticas llamadas ARN mensajeros, que dictan a las células qué deben fabricar para luchar contra el coronavirus.
Es el mismo método que utiliza la firma estadounidense Moderna, también en la carrera por hallar una vacuna. Pero estas vacunas deben conservarse a temperatura muy baja, a - 70 ºC en el caso de la de Pfizer/BioNTech, lo que puede suponer un freno logístico de envergadura para su distribución al mundo entero.
BioNTech aclaró el martes que una vez se saca la vacuna de los congeladores especiales, las dosis pueden conservarse durante 5 días en una nevera clásica, entre 2 y 8 ºC. Esto hará que sea necesario que la logística reduzca al mínimo el margen de error para lograr que el material llegue en el momento justo y no quede almacenado tiempo de más en condiciones insuficientes.
Por su parte, todos los países que compren este tipo de vacunas deberán poner a punto sus redes de producción, almacenamiento y transporte de ultracongelación. Incluso para los países ricos que han reservado dosis, incluidos Japón, EEUU y el Reino Unido, la entrega de la vacuna de Pfizer implicará obstáculos considerables siempre que los camiones se averíen, se corte la electricidad, los trabajadores esenciales se enfermen y el hielo se derrita.
Otro tema que mantiene alerta a las autoridades sanitarias es la necesidad de una capacitación masiva de paramédicos para administrar las dos dosis, especialmente en áreas rurales donde el estado tiene menor presencia.
La farmacéutica ya tiene pedidos de algunos países en desarrollo como Perú, Ecuador y Costa Rica. No está claro cuán ampliamente planean esos países distribuir las inyecciones, pero sus pequeños pedidos de menos de diez millones de dosis sugieren un despliegue limitado.