Tras confirmarse tres casos de la cepa H3N2 en el país, el infectólogo Eduardo López llevó tranquilidad a la población.
La aparición de tres casos confirmados de influenza A (H3N2) en Argentina generó consultas sobre el alcance que podría tener este virus en el país. El infectólogo Eduardo López descartó que se produzca una situación de cuarentena o una pandemia similar a la del Covid-19. "No creo que haya un brote significativo de este virus, no va a ser una situación crítica", señaló el especialista, aunque advirtió que durante el verano podrían registrarse más contagios.
Respecto a la situación internacional, López explicó que existe un brote en Europa y Asia, pero que es "controlable" mediante la vacunación. Se espera que las dosis actualizadas lleguen al hemisferio sur en febrero. Si bien la vacuna no ofrece una efectividad del 100%, es fundamental para evitar las formas más graves de la enfermedad y proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad.
A pesar de la baja probabilidad de un aislamiento masivo, los médicos aconsejan retomar hábitos preventivos. Entre las recomendaciones principales se destacan el uso del barbijo en grupos de riesgo, el lavado frecuente de manos con agua y jabón, evitar las aglomeraciones en espacios cerrados y mantener una ventilación cruzada constante en los hogares.
Desde el ANLIS-Malbrán informaron que las jurisdicciones provinciales ya tienen la responsabilidad de llevar adelante las investigaciones epidemiológicas necesarias. El objetivo es garantizar una atención oportuna y un seguimiento de los casos detectados para evitar una propagación desmedida. Actualmente, los niveles de circulación viral en el país se encuentran dentro de los parámetros habituales para esta época del año.
Los síntomas de este subclado son similares a los de la gripe común: fiebre alta repentina (superior a 38 grados), dolor muscular y articular intenso, tos seca, dolor de garganta y un marcado cansancio. Ante la aparición de estos signos, las autoridades sanitarias sugieren realizar la consulta médica pertinente y no automedicarse.
Finalmente, la vigilancia epidemiológica nacional se mantiene activa para monitorear cualquier cambio en el comportamiento del virus. El sistema de salud se encuentra alerta, priorizando la comunicación de medidas básicas de higiene como la herramienta más eficaz para transitar los meses de calor sin sobresaltos sanitarios de magnitud.