Todo estalló luego de la muerte de una mujer detenida por la policía, lo que provocó numerables y sangrientas protestas a lo largo del país islámico.
La situación en Irán es crítica. Ya se registran 41 muertos por disturbios y numerables detenidos por las protestas de su población por la detención y muerte de Mahsa Amini, joven iraní de 22 años. La víctima fue detenida por el supuesto uso "inapropiado" del pañuelo islámico, esto concluyó con su muerte y la ebullición de los protestantes por el conflicto.
Sobre la situación, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, advirtió que su gobierno enfrentará “con decisión” cualquier protesta generalizada.
Lee más: Luego del sorpresivo paro gremial, La Fragata Libertad pudo ingresar a Buenos Aires
Con la situación en llamas, cientos de manifestantes han sido arrestados, junto con activistas reformistas y al menos 17 periodistas, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), entre ellos Niloufar Hamedi, del diario reformista Shargh, que informó sobre la muerte de Amini.
Según la televisión iraní, las protestas se han extendido a la mayoría de las 31 provincias del país, mientras que la policía ya arrestó a 739 manifestantes, entre ellas 60 mujeres.
Cabe destacar que estas protestas son las más grandes en el país desde las manifestaciones por el alza de los precios de los combustibles en 2019, cuando unas 1500 personas murieron en una represión de los manifestantes.
Según la ley en vigor, desde 1983, tanto mujeres iraníes como extranjeras y sea cual sea su religión, deberán salir a la calle con la cabeza cubierta por un velo y el cuerpo cubierto por vestimenta amplia y que cubra sus formas. Aquellas mujeres que no realicen dicha norma serán consideradas delincuentes por el Estado.
Esta medida dejó totalmente sus cabales cuando Mahsa Amini murió en un hospital luego de ser detenida por la policía de la Moral por el uso incorrecto del velo, lo que desembarcó en una ola de protestas y reclamos.