El letrado Roberto Castillo, representante de dos de los cinco detenidos en Florida, desestimó la figura de "organización criminal" y argumentó que sus clientes gastaron miles de dólares en compras, por lo que no tenían sentido robar una suma menor.
La detención de cinco mendocinos en Miami, acusados de cometer robos en serie en el popular Dolphin Mall, generó una fuerte repercusión mediática y judicial. Ante las graves imputaciones de las autoridades de Florida, habló Roberto Castillo, abogado de dos de los involucrados: Juan Pablo Rúa y Sebastián Moyano. Castillo aseguró que la situación está lejos de tratarse de una organización criminal, como se mencionó inicialmente en la denuncia policial.
El abogado, conocido también por ser pareja de la mediática Cinthia Fernández, sostuvo que el caso fue sobredimensionado tanto por las autoridades estadounidenses como por el ambiente mediático que se generó alrededor. En una entrevista, justificó que sus clientes habían gastado alrededor de 20 mil dólares en compras ese día, por lo que "no tiene sentido hablar de organización criminal" ni que fueran a robar una cifra mínima como 350 dólares.
El letrado insistió en que "la responsabilidad penal es indelegable", y cuestionó directamente la carátula inicial de la causa. “La policía exageró al hablar de una ‘organización criminal’. Es imposible creer que una organización criminal haya utilizado la tarjeta de crédito para realizar compras en el shopping”, afirmó Castillo.
Respecto a la situación de los cinco detenidos, el abogado detalló que el proceso judicial en Estados Unidos avanza para esclarecer las responsabilidades individuales, indicando que uno de los sujetos sería el máximo responsable de lo ocurrido. De esta manera, se buscaría desligar a sus representados, Rúa y Moyano, de la acusación principal.
Castillo también brindó detalles sobre la situación de Juan Pablo Rúa, quien posee una empresa con cerca de cien empleados y locales en un reconocido centro comercial de Mendoza. El abogado sostuvo que Rúa "quedó parado en un malentendido que fue aclarado en gran medida" y señaló que avanzan las audiencias que podrían derivar en el retiro de los cargos para ambos.
Finalmente, el defensor se ocupó de aclarar los rumores que circularon en los medios, sosteniendo que no se produjo ninguna deportación y que el viaje del grupo no correspondía a una despedida de soltero, centrando el debate en las responsabilidades individuales y en la desproporción de la acusación.